«Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Sintiendo rabia cuando se burlan de mí, pero también esperanza y confianza porque yo también soy perdonado. Sorpresa porque frente a toda previsión, surge el perdón cuando humanamente sólo cabe la venganza y el odio. Sintiéndome orgulloso del que perdona, porque Él sí sabe lo que hace.