Hay situaciones en las que humanamente no parece existir solución. Están bloqueadas, cada cual piensa que tiene razón, se han dicho y hecho cosas irreversibles, se siguen haciendo. Es por eso que hoy le pido al Señor que sea sea su Espíritu y no las fuerzas humanas las que rompan el muro de la ausencia de amor, con la sobreabundancia del perdón.