Me muevo hacia Ti

Introducción

Señor me quiero mover hacia Ti, no sólo en la inmaterialidad del pensamiento y del sentimiento, sino en lo concreto de la necesidad de mi hermano, de mi prójimo. Sí, me quiero mover pero me cuesta mucho, me anclo en la comodidad, en lo que yo tengo que dar o hacer, en el que dirán…

Señor tu siempre estás en nuestros corazones, en nuestras vidas, en el todo, pero necesitamos tu presencia en el quehacer de las pequeñas cosas, del día a día, de las vivencias con las que construimos el edificio de nuestra vida. Señor, danos fuerza para actuar y sabiduría para conocer cuando tenemos que movernos hacia ti en las necesidades de nuestros hermanos y, que no nos perdamos en la noche.

Música
Himno/Canción. Cantado a dos coros
Que no me pierda en la noche. Diego Torres

Que no me pierda en la noche
que no me duerma en el vino
que no me pierda en el camino
en el abrazo de la gente que tiene el corazón frío
que no me pierda en la bruma
que no me duerma en el ruido
que no me encuentre confundido
en el canto del que adula y que sólo juega conmigo

Que no me pierda en el género inconsciente
que ha dejado ya su alma al olvido no no
que no me pierda en la risa complaciente
del que espera algo a cambio conmigo
que no me pierda en la noche
que no me pierda en el vino
La vida vale la pena
si aprendo a hacer el camino

Que no me pierda en la noche
que no me duerma en el vino, ay no
que no me aparte de mi destino
no me dejes sin tu cariño
no me dejes solo y perdido
sin ti no encuentro el camino

Sin ti me quedo solo
que no me pierda en la sombra
que no me duerma en el brillo, ay no
que no me quede sin tu cariño
que no me pierda en la sombra
que no me duerma en el brillo, ay no.

Salmo 18. Cantado a dos coros
Te amo, oh Yahvé, fortaleza mía.
Yahvé, roca mía y castillo mío, y mi libertador
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré
Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio
Invocaré a Yahvé, quien es digno de ser alabado
Y seré salvo de mis enemigos.
 
Me rodearon ligaduras de muerte,
Y torrentes de perversidad me atemorizaron
Ligaduras del Seol me rodearon,
Me tendieron lazos de muerte.

En mi angustia invoqué a Yahvé,
Y clamé a mi Dios.
El oyó mi voz desde su templo,
Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.

La tierra fue conmovida y tembló;
Se conmovieron los cimientos de los montes,
Y se estremecieron, porque se indignó él.
Humo subió de su nariz,
Y de su boca fuego consumidor;
Carbones fueron por él encendidos.

Inclinó los cielos, y descendió;
Y había densas tinieblas debajo de sus pies.
Cabalgó sobre un querubín, y voló;
Voló sobre las alas del viento.

Se puso como tienda un cerco de tinieblas
Oscuridad de aguas, nubes de los cielos.
Por el resplandor de su presencia, sus nubes pasaron;
Granizo y carbones ardientes.

Tronó en los cielos Yahvé,
Y el Altísimo dio su voz;
Granizo y carbones de fuego.
Envió sus saetas, y los dispersó;
Lanzó relámpagos, y los destruyó.

Entonces aparecieron los abismos de las aguas,
Y quedaron al descubierto los cimientos del mundo,
A tu reprensión, oh Yahvé,
Por el soplo del aliento de tu nariz.

Envió desde lo alto; me tomó,
Me sacó de las muchas aguas.
Me libró de mi poderoso enemigo,
Y de los que me aborrecían; pues eran más fuertes que yo.

Me asaltaron en el día de mi quebranto,
Mas Yahvé fue mi apoyo.
Me sacó a lugar espacioso;
Me quería y me salvó.

Yahvé me ha premiado conforme a mi rectitud;
Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.
Con el leal te muestras leal.
Intachable con el hombre sin tacha.

Música
Lectura del Evangelio de Mateo, 25 31-40

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentara en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante El todas las naciones, y El apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: ‘Venid, benditos de mi Padre; recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me distéis de comer, sediento y me distéis de beber, era forastero y me acogisteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, encarcelado y acudisteis a mi’. Los justos le contestarán entonces: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero y te acogimos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?’ Y el rey les dirá: ‘En verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mi me lo hicisteis.’

Meditación/Silencio(10/15 minutos)

Peticiones/Acción de Gracias

Padre Nuestro

El amor nos urge
en cada instante, en cada minuto
nos urge, en lo sencillo
en lo próximo del prójimo

No en las grandes palabras
ni las obras que se muestran
nos urge en lo que no se ve
a veces, ni siquiera se intuye

En lo que mueve el corazón
en lo que está antes de la acción
en lo que dice, puedo y hago
y no en lo que quiero pero fallo    El amor nos urge, en cada paso
en aquello que de forma misteriosa
nos une y nos da forma
nuestra forma mas elevada

El amor nos urge,
y yo que hago…
miro la obra de tus manos
y pido fuerza y luz para mis actos

El Amor nos Urge. Dedicado a M. Emilia de Riquelme.
X. Formoso


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