Gracias, Señor, porque nos muestras Tu rostro

Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y lo que seremos no se ha manifestado todavía. Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.

Gracias, Señor, porque nos muestras Tu rostro. Porque eres Tú, el mismo Dios, el que nos dice y nos hace entender quién eres. Gracias, Señor, porque sabemos quien eres, no sólo porque otros nos hablaron de ti, sino porque eres Tú mismo el que nos dice quien eres.


Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad