Fátima: Terceira aparição do Anjo

 

De decisiones se construye la vida humana. 

La vida espiritual no escapa a esta ley universal. Las decisiones, como intenciones de nuestra voluntad (potencia del alma donde expresamos nuestro libre albedrío), nos hacen caminar.  No son los actos, ni sus éxitos o fracasos, sino la recta intención lo que nos hace ir hacia adelante y ascender.

Y siempre hay opciones. Siempre se nos dan opciones.

Pan o vino; cuerpo o sangre; servicio o martirio.

¿Cuando toma el alma esta decisión? Pues no se sabe … pero se sabe.

Tal vez sea el día de la primera conversión, o el día de la primera comunión, o en la confirmación, o el día de la primera crisis de fe, o en el segundo encuentro, o el día en que la locura ya abarca todo, o el día en que se asume que no hay vida sin Él.

Pues no se sabe … pero se sabe. Él lo sabe y el alma lo sabe. 

No me ha extrañado que el Corpus Christi me pillara en Fátima para recordarme esto.

 

 


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