Hace unas semanas, ante los proyectos del nuevo año, me sentí agobiado. No es una sensación común en mí pero me invadió. Los servicios y los deseos se acumularon y puse manos a la obra en la organización de este primer semestre del 2019.
Caminando por la calle estaba reflexionando en ello y rezando. En un momento me invadió esta extraña sensación y hablando con Jesús le dije: ¿Estás conmigo para todo esto?
Inmediatamente surgió de mi interior la respuesta: ¿TÚ estás conmigo?
El agobio desapareció con esta «colleja».
Había dejado entrar la duda y colocado a mi «yo» en el centro de mi vida. En ese momento había dejado de CONFIAR en mi Maestro apropiándome de las actitudes y aptitudes para llevar adelante lo planificado. En un instante de siervo me había colocado en señor .
Mi Cristo me recordó mi lugar y la única forma de llevar adelante los proyectos del 2019.