La Palabra de Dios en este quinto Domingo de Pascua nos invita a permanecer en Cristo. No se trata de una permanencia afectiva y emocional. Es una permanencia práctica y eficaz que crea y sostiene una relación interpersonal.
Permanecer en Cristo es también someternos a las tijeras de Dios que poda en nosotros todo aquello que impide el crecimiento y la riqueza de una relación que supera toda frontera. La permanencia regala consistencia, fortalece el sí de nuestra autenticidad y solidez, y hace posible la estabilidad en algo. Ser estables no es estar quietos y sin modificar nada. Ser estable es poder involucrarnos, comprometernos y perseverar en aquello con que nos hemos comprometido.
CONTINUEMOS APORTANDO NUESTRO PEQUEÑO GRANO DE ARENA PARA ESE COMPROMISO DE CONSTRUIR EL REINO DE DIOS, UN REINO DE AMOR, DE DIVERSIDAD, …. SIGAMOS SIENDO PUENTE EN NUESTRA SOCIEDAD.
Sois tod@s bienvenid@s a la mesa del amor fraterno, donde tod@s cabemos, donde tod@s importamos, donde tod@s somos grano que hacemos granero. NOS VEMOS EN LA CELEBRACIÓN MENSUAL DE LA EUCARÍSTÍA EN LA PARROQUIA DE SAN IGNACIO DE LOYOLA
FELIZ TIEMPO DE PASCUA