En pleno camino sinodal en la fase continental del Sínodo de la Sinodalidad, las comunidades cristinas LGTBIQ+ han enriquecido a la Iglesia universal con un encuentro formativo organizado desde CRISMHOM y celebrado el pasado domingo día 5 de marzo en el Colegio Mayor Alcalá de Madrid de los Misioneros Claretianos.
Tres ponentes de primera línea compartieron su fe, conocimientos y su sentir eclesial: Mª Luisa Berzosa González (FI), Consultora de la Secretaría General del Sínodo; Mª Cristina Inogés Sanz, Miembro de la Comisión Metodológica para el Sínodo; y Marisol Ortiz, miembro de CVX, AMPGIL y ENP.
Sus testimonios y reflexiones, magistralmente moderados por José Beltrán Aragoneses (director de la revista Vida Nueva), han animado a toda la comunidad creyente LGTBIQ+ de España y Latinoamérica a seguir participando activamente en el Sínodo convocado por el papa Francisco, como agentes de pleno derecho y no desde las sombras y el rechazo, donde tantas veces han sido relegados.
Entre las tres ilustraron cómo se ha desarrollado el comienzo del Sínodo, cómo temas en principio ausentes e inesperados (sacerdotes secularizados y casados, divorciados vueltos a casar, personas LGTBIQ+, la mujer en la Iglesia, etc.) se han abierto camino por sí mismos, demostrando que este sí es un Sínodo participativo de todo el Pueblo de Dios.
Y es que si Jesús, el totalmente inclusivo, no expulsó de la mesa ni siquiera al que le traicionó (“Lo que tienes que hacer, hazlo pronto”) ¿Por qué ahora algunas personas se sienten con autoridad (en nombre de Jesús) a excluir a otras de la mesa y de la comunidad?
Animaron a cada creyente LGTBIQ+ a seguir participando en el Sínodo y en la vida de la Iglesia, en las comunidades, parroquias, grupos de fe, etc., donde sean aceptados, aceptadas y aceptades como miembros de pleno derecho, para que su testimonio de alegría, esperanza y amor cambie corazones y construya puentes. La Iglesia es puente y no meta.
Puentes que ya se han iniciado activamente, al menos por parte de las comunidades arcoíris y de muchas personas heterosexuales a las que no queremos dejar de reconocer aquí. Rogamos a Dios que estos puentes avancen al mismo tiempo desde ambas orillas, para que el encuentro lleve a la Iglesia a ser cada vez más acogedora.
Somos conscientes del largo camino que aún falta por hacer. Cuando el Sínodo termine en 2024, es posible que nuestra querida Iglesia no haya dado completamente el giro de amor que deseamos, pero eso no nos detiene en nuestra labor, siempre desde la fe, la oración, el discernimiento, la escucha, la reconciliación, la justicia… Con los modos de hacer del Dios-Amor en que creemos. El cambio se exige a todos los niveles y para todas las posturas, pero llegará seguramente animado desde las bases donde la pastoral inclusiva es ya una realidad, y en la que ningún acto de bondad le pasa a Dios desapercibido. Gestos sencillos que hacen creíble el Evangelio.
Para ver el acto completo: https://www.youtube.com/watch?v=IDc9JTS9IK8