Dios es paciente y lento. Dios no tiene prisa. Necesitamos observar cómo se manifiesta a través de sus dones y los detalles de la vida diaria. Los caminos de Dios son largos e insondables. No son fáciles de entender, ni descubrir y más aún seguir.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Más información