Hoy, día de las madres, celebramos la vida, nuestra presencia en este mundo. Damos gracias por el quizá más preciado regalo que hemos recibido de brazos de nuestras madres. Gracias también por ellas, las ausentes y las presentes. Por el halo imborrable que dejan tras de sí de cotidianeidad y trabajo oculto lleno de un cariño innato que quizá pueda considerarse de las mejores cosas que pueden emanar del corazón humano. Gracias por las madres solteras, las niñas madre, hermanas y hermanos madre, madres separadas, hombres y padres madre y gracias por nuestra madre María, madre de Jesús, Dios madre.