María visita a Isabel
39 Por aquellos días, María se fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea,
40 y entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
41 Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura se le estremeció en el vientre, y ella quedó llena del Espíritu Santo.
42 Entonces, con voz muy fuerte, dijo:
—¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo!
43 ¿Quién soy yo, para que venga a visitarme la madre de mi Señor?
44 Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se estremeció de alegría en mi vientre.
45 ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho!
56 María se quedó con Isabel unos tres meses, y después regresó a su casa.
Este segundo ejemplo de María, la madre de Jesús, es poner en practica la autocalificacion de sierva del Señor, acudiendo inmediatamente y deprisa a visitar a su prima Isabel, igualmente embarazada que ella de una forma igualmente milagrosa, en plena vejez y no solo una visita sino una estancia de 3 meses de cuidado a Isabel.
Otro milagro, el encuentro alegre entre los bebes no natos Juan y Jesús
Si nos autodefinimos como siervos de nuestros hermanos y hermanas en el Señor, es también hacerlo, sabiendo cada situación de unos y otros, hacer lo posible en lo que esta en nuestra mano.
Si nos definimos como hermanos y hermanas en el Señor, una buena costumbre es bendecirnos con palabras buenas y prosperas.
FELICES FIESTAS