Contemplando la que se le avecina a Cristo. Sabiendo a quién ha escogido y sabiendo yo de quién me he fiado. Aun pudiendo esquivar, escapar, teniendo motivos absolutamente legítimos para hacerlo, no busca librarse. Se sometió para librarme, para que no fuera pasto de mi propio egoísmo, para que encontrara un camino de felicidad. Y mirándolo así, pienso en qué he hecho, qué hago y qué pienso hacer por quien tanto me ama.