Con el máximo respeto y cariño a quienes coméis de esto, y que lo necesitáis porque es vuestro trabajo.
Tiene unas hélices grandes cuyos ruidos, sus infrasonidos, molestan a las ballenas. Echa tanto humo como no quiero calcular.
Los contenedores van llenos de trastos que casi no necesitamos. En un plazo de unos dos o tres años toda esa carga acabará en nuestros vertederos urbanos. La tiraremos.
El dinero que pagamos por eso irá a mantener unas castas y unas formas sociales que no nos gustan, unas fábricas en régimen casi esclavo.
Así que ya me callo, porque ahora voy a escribir otro artículo más alegre. Escribir debe ser un acto para arreglar el día de los demás. ¡Abrazos limpios! ¡Feliz octava de navidad!