Intentando que el humor se haga presente. Resulta que nos tomamos las cosas tan a la tremenda que somos el hazmerreír del mundo, somos incapaces de relativizar las cosas y sin darnos cuenta repetimos con nuestros gestos y actitudes aquello de «la vida es triste, la hagamos peor» y encima nos extrañamos de que la gente «no nos tome en serio», porque en realidad somos unos plastas, profesionales de malas ondas (Sor Lucía Caram).