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¿Ciudadanía global o vallas en las fronteras? La pregunta detrás de los migrantes y refugiados

Este taller formativo tendrá lugar el sábado  15 de febrero a las 19.30 hh en C/ Barbieri, 18 (Madrid). La clave de este taller/sesión formativa será el diálogo que generemos desde una perspectiva de provocación para la reflexión y puesta en común.

Dani Villanueva SJ es jesuita. Se licenció en Ingeniería Informática y en Teología. Tiene postgrados en Ayuda Humanitaria (Universidad de Fordham), Gestión de Organizaciones no gubernamentales (ESADE Business School), Liderazgo e Innovación Social (ESADE Business School) y un Global Executive MBA (Georgetown University). 

Es Vicepresidente Ejecutivo de las ONGs Entreculturas y Alboan, que promueven redes educativas con refugiados, desplazados y población vulnerable en más de 50 países. Ha coordinado el equipo de comunicación de los Jesuitas a nivel mundial, diseñando e implementando la estrategia, plataforma y redes para las dos últimas Congregaciones Generales. Sus intereses son la educación, las redes y la comunicación, y a lo largo de sus más de 20 años de carrera ha desempeñado diversos puestos, desde profesor, hasta director de centros formativos y responsable de IT (Tecnología Informática) y comunicación digital a nivel global.

Además, es miembro de la junta directiva de la universidad de Georgetown, Vicepresidente de la Fundación ICAI y Vicepresidente de Xavier Network.

 

2020-02-09. 5º Domingo del TO. “Vosotros sois la sal de la tierra y la luz del mundo”

Evangelio según san Mateo (5, 13-16) Dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos.»

2020-02-02. Fiesta de la Presentación del Señor. “Jesús, luz que alumbra las naciones”

Evangelio según san Lucas (2, 22-40) Cuando se cumplieron los días de su purificación, según la ley de Moisés, llevaron sus padres al niño Jesús a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones». Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel». Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción  —y a ti misma una espada te traspasará el alma—, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones». Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en años. De joven había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones noche y día. Presentándose en aquel momento, alababa también a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén. Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él. ​​​​​​

intencion de febrero

Te pedimos Señor en este mes especialmente por la vida religiosa, los que han querido vivir con más libertad y con un vínculo especial contigo y sus hermanos, para que los acompañes y le des tu fuerza, especialmente a las personas LGBTI.
 
Te pedimos también por los ancianos LGBTI que se sienten solos, incomprendidos, que no tienen a nadie a su lado, más que tu presen

2020-01-26. 3º Domingo del TO. “Jesús proclama el evangelio y cura toda enfermedad y dolencia”

Evangelio según san Mateo (4,12–23) Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea. Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías: «Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló». Desde entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos». Paseando junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a Andrés, que estaban echando la red en el mar, pues eran pescadores. Les dijo: «Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres». Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y pasando adelante vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre, y los llamó. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron. Jesús recorría toda Galilea enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

2020-01-19 “Yo he visto al Cordero de Dios, y he dado testimonio”

Evangelio según san Juan (1, 29-34) Al día siguiente, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó: «Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: “Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo”. Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel». Y Juan dio testimonio diciendo: «He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ese es el que bautiza con Espíritu Santo”. Y yo lo he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios».

2020-01-12. El Bautismo del Señor. “Este es mi Hijo amado, en quien me complazco»

Evangelio según san Mateo (3,13-17) Por entonces viene Jesús desde Galilea al Jordán y se presenta a Juan para que lo bautice. Pero Juan intentaba disuadirlo diciéndole: «Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?». Jesús le contestó: «Déjalo ahora. Conviene que así cumplamos toda justicia». Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrieron los cielos y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz de los cielos que decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco».

Vivir el Ecumenismo: Testimonio de Christiane

Esta charla tiene lugar el Viernes 17 de enero de 2020 de 19:30h a 21:30h en Barbieri 18. Se organiza en la  víspera del inicio de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos que tiene lugar del 18 al 25 de enero. En esta formación, Christiane comparte su trayectoria personal iniciada dentro de su familia de origen católico y su evolución hacia el ecumenismo. Comparte un intrincado camino muy poco corriente: su experiencia de superación de normas y dogmas para llegar al encuentro con Dios y las personas, su formación religiosa, de cómo surgió su vocación de predicadora y su relación con la «Friedenskirche», de su vinculación con la oración ecuménica de Taizé y su activismo ecuménico.

2020-01-05 y 06. 2º domingo de Navidad y Epifanía del Señor. “Vieron al niño, y cayendo de rodillas lo adoraron”

Evangelio según san Mateo (2, 1-12) Habiendo nacido Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: «¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo.»  Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó, y toda Jerusalén con él; convocó a los  sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el  Mesías. Ellos le contestaron: «En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: «Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las poblaciones de Judá, pues de ti saldrá un jefe que pastoreará a mi pueblo Israel.»»  Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén, diciéndoles: «Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo.»  Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se  marcharon a su tierra por otro camino.

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