¿Qué te puedo dar?

Que te puedo dar

 

¿Qué te puedo dar
que no me hayas dado Tú?
 
¿Qué te puedo decir que no me  
hayas dicho Tú?
 
¿Qué puedo hacer por Ti,
si yo no puedo hacer nada?
 
Si yo no puedo hacer nada
si no es por Ti,
Señor.
 

TODO LO QUE SÉ,
 
TODO LO QUE SOY,

TODO LO QUE TENGO ES TUYO.(bis)

 

 

https://www.ivoox.com/21106074

 

 

 

Pescador de hombres

Pescador de hombres

 
 

Tú has venido a la orilla,

no has buscado ni a sabios ni a ricos.

Tan sólo quieres que yo te siga.

 

Señor, me has mirado a los ojos,

sonriendo has dicho mi nombre.

En la arena he dejado mi barca:

junto a Ti buscaré otro mar.

 

Tú sabes bien lo que tengo,

en mi barca no hay oro ni espada,

tan sólo redes y mi trabajo.

 

Señor, me has mirado a los ojos,

sonriendo has dicho mi nombre.

En la arena he dejado mi barca:

junto a Ti buscaré otro mar.

 

Tú necesitas mis manos,

mi cansancio que a otros descanse,

amor que quiera seguir amando.

 

Señor, me has mirado a los ojos,

La edad bendita (2013)

El canta autor Juan Carlos Prieto nos envió  esta canción para disfrutar en comunidad.

LA EDAD BENDITA     (Letra: Miguel de Unamuno)

LA                          fa#m

Agranda la puerta Padre

           Sim                MI7

porque no puedo pasar,

      Sim                  MI7

la hiciste para los niños,

2017-10-24 «La Iglesia está llamada a convertirse actuando y mirando con los ojos de Dios.»

Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo (20,1-16)En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez …

leer más

Sé mi luz, enciende mi noche.

Sé mi luz, enciende mi noche
Sé mi luz, enciende mi noche
Mi noche… sé mi luz

 

 

[…]  el 10 de septiembre de 1946 Dios le había hablado durante el viaje que Teresa había hecho desde Calcuta a Darjeeling, una localidad a unos 600 km al norte, adonde se dirigía en tren para hacer un retiro en el convento que la Orden de Loreto tenía allí. Fue entonces que le habló la Voz de Jesús, en lo que conocemos como “locuciones interiores”, las cuales continuaron a lo largo de casi un año: «Pequeña mía, ven, ven, llévame a los agujeros de los pobres. Ven, sé Mi luz. No puedo ir solo, no me conocen, por eso no Me quieren.» Llévame a los agujeros de los pobres, es decir, a los barrios más miserables.
Jesús quería que ella fuera su luz en la oscuridad de la pobreza más terrible.

 

Pulsa en este enlace para escuchar el audio.