Oratioterapia
Docenas. Hay docenas de terapias para estar mejor, para ser más felices, para solucionar conflictos personales que se hacen comunitarios, sociales,…
Docenas. Hay docenas de terapias para estar mejor, para ser más felices, para solucionar conflictos personales que se hacen comunitarios, sociales,…
Muchas veces nos acercamos al evangelio con una actitud de “a ver qué me dice Jesús hoy”; buscamos sus palabras y las devoramos, sin prestar mucha atención a sus gestos, al contexto de la situación que nos narra el evangelio, y mejor no hablar de nuestro no fijarnos en los “personajes secundarios”.
Hola María:
Hoy te recuerdo como esa niña de 15 años que permitió que llegara mi Jesús a este mundo y que Él me llevara al Padre.
Recuerdo la primera vez que leí sobre la Anunciación (ya han pasado casi cuatro décadas) y parece que fue ayer.
Aunque no recibí instrucción, sabes que esa imagen quedó grabada en mí hasta que pudiera comprenderla.
Cambiaste, de niña a Madre Dolorosa, pero la niña aun me sigue hablando.
El tiempo de la tierra es el de la cuaresma, y es propicio pare re-flexionar sobre el estilo de vida que cada un@ llevamos. Son muchos los puntos que podemos tocar y renovar, no voy a enumerarlos, cada cual conoce su casa.
Totalmente presente en TODO y la consciencia de tu Gracia pesa en la NADA.
La vida es un misterio. Todo el mundo debe correr por su cuenta.
Te oigo decir mi nombre y me parece estar en casa.
Cuando me llamas (dices mi nombre) es como una pequeña oración.
Estoy de rodillas. Quiero llevarte allí,
a la medianoche, puedo sentir tu poder.
Justo como una oración, sabes, te llevaré allí (a sentir eso).
Oigo tu voz, es como un ángel suspirando.
No tengo elección, oigo tu voz.
Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos. Le daré una multitud como parte, y tendrá como despojo una muchedumbre, porque expuso su vida a la muerte y fue contado entre los pecadores, él tomó el pecado de muchos e intercedió por los pecadores (Is 53,11b-12).
Cuando sentimos y vivimos el fracaso podemos descubrir que estamos vivos, que hemos hecho lo que hemos podido y sabido, aunque no llegara a buen término. Somos criaturas, hay muchas cosas que no están en nuestra mano. Sólo podemos hacer lo posible. A veces sólo esquivar. Se puede cambiar de perspectiva. El fracaso nos sienta mal aunque no necesariamente nos hace mal. Es posible aprender a verlo así también.
Conclusión
Hoy, el período en que escribí estos imperativos espirituales parece muy alejado en el tiempo. Leerlos ahora, ocho anos mas tarde, me hace tomar conciencia de los cambios radicales que sufrí. Avance hacia la liberación a través de la angustia, hacia la paz a través de la depresión, hacia la esperanza a través de la desesperanza. Para mi fue, con certeza, un periodo de purificación. Mi corazón, siempre cuestionando mi bondad, mi valor, mi merito, quedo anclado en un amor mas profundo y, por lo tanto, menos dependiente de las alabanzas y las culpas de quienes me rodean. También adquirí una mayor capacidad de dar amor sin esperar siempre amor a cambio.
Contemplando a personas que critican a otras, que se entretienen despellejando lo que otros hacen y dicen. Hace unos días las miraba con cierto desdén. Hoy sin embargo pienso ¿quién soy yo para juzgar a nadie? ¿quién soy yo para pensar que acaso yo soy mejor que ellos?