Los Fueguitos
“Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
Mirando a la Virgen elevada al cielo comprendemos mejor que nuestra vida de cada día, aunque marcadas por pruebas y dificultades, corre como un río hacia el océano divino, hacia la plenitud de la alegría y de la paz.
Si la vida es un camino, y este camino a menudo resulta oscuro, duro y fatigoso, ¿qué estrella podrá iluminarlo?…La Iglesia mira a María como “Estrella de Esperanza”
¿Qué decir? … Soñar, abrazar, cantar … Vivir!

El candor celestial de María nos atrae hacia Dios, ayudándonos a superar la tentación de una vida mediocre, hecha de componendas con el mal, para orientarnos con determinación hacia el auténtico bien, que es fuente de alegría
En la unión con Cristo nos precede y nos guía la Virgen María…En ella encontramos, pura e inalterada, la verdadera esencia de la Iglesia y así, a través de ella, aprendemos a conocer y a amar el misterio de la Iglesia que vive en la historia