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Enséñame a confiar

La barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma. Jesús les dijo en seguida: ¡Animo, soy yo, no tengáis miedo! Pedro le contestó: Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua. El le dijo: Ven. Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: Señor, sálvame. En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: ¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado? (Mateo 14, 22-36).

Aceptanto con buen talante lo que venga

Comencé a sentarme a meditar en silencio y quietud por mi cuenta y riesgo, sin nadie que me diera algunas nociones básicas o que me acompañara en el proceso. La simplicidad del método (sentarse, respirar, acallar los pensamientos) y sobre todo la simplicidad de su pretensión (reconciliar a la persona con lo que es) me sedujeron desde el principio. Como soy de temperamento tenaz, me he mantenido fiel durante varios años en esta disciplina […] Enseguida comprendí que se trataba de aceptar con buen talante lo que viniera, fuera lo que fuese (1, “Biografía del Silencio”, Pablo d’Ors).

Cualquiera podrá ver nuestras manos brillar

Hoy es el día en que se celebra la Transfiguración de Jesús, una olvidada del misterio crístico.
No del misterio de Jesús, sino del «nuestro».
Una gran olvidada del misterio crístico que reside en cada cristianx. 
Mientras que, apegadxs a los rituales, apuntamos a la sola transformación de las formas, es nuestro consentimiento a la gracia lo que apunta a la transfiguración del SER.
Y solo así, con el rompimiento de nuestras formas, es cuando Dios se hace presente en nuestra vida.
La inhabitación trinitaria en nosotrxs crea y recrea su misterio en el interior de nuestra alma.

Para bien y para mal

 El 2 de agosto se celebra el día de Nuestra Señora de los Ángeles.
Viví años en un monasterio con su nombre y hace 11 años, en su día, cogía el avión que me traería hacia Europa y hacia esta tierra, España.
Ayer y hoy … el tiempo parece no existir.
El caminar es lo que marca el tiempo.
La vida se construye a base de decisiones y, la de dejar mi país de origen una vez más y cruzar el océano, ha sido una decisión «rápidamente» meditada..
No sabia qué me esperaba pero si «Quién» me esperaba. Ha sido unas de esas situaciones que aparecen en la vida y tienen la luz de «mi» Dios.
Muchas cosas me han sucedido en estos 11 años.

Cuando encontraba palabras tuyas las devoraba

Ay de mí, madre mía, que me engendraste hombre de pleitos y contiendas para todo el país! Ni he prestado ni me han prestado, y todos me maldicen. Cuando encontraba palabras tuyas, las devoraba; tus palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque tu nombre fue pronunciado sobre mí, Señor, Dios de los ejércitos. No me senté a disfrutar con los que se divertían; forzado por tu mano, me senté solitario, porque me llenaste de ira. ¿Por qué se ha vuelto crónica mi llaga, y mi herida enconada e incurable? Te me has vuelto arroyo engañoso, de aguas inconstantes. Entonces respondió el Señor: «Si vuelves, te haré volver a mí, estarás en mi presencia; si separas lo precioso de la escoria, serás mi boca. Que ellos se conviertan a ti, no te conviertas tú a ellos. Frente a este pueblo te pondré como muralla de bronce inexpugnable; lucharán contra ti y no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte y salvarte -oráculo del Señor-.

Algo para dar

 «Una vez un estudiante se acercó a su maestro y le dijo: “Muchas de sus lecciones hablan de las bendiciones que pueden venir a través del compartir, sin embargo ¡yo no tengo nada que dar! No tengo habilidades y por ende no tengo empleo. No tengo empleo y por ende no tengo dinero”.
El sabio maestro le dijo al estudiante que se parara fuera de un edificio cercano y que simplemente saludara y le diera la mano a los transeúntes por un día completo.
La lección es que siempre tenemos algo para dar, incluso si es sólo una sonrisa o una mano amiga.»
Kabbalah Judia

Nuevamente … Bendigo

Hace un año me encontraba en mi país de origen y allí conocí esta canción. 
Hace un año, después de 10 años, volvía a ver a mis 10 sobrinos, conocía a una sobrina que no conocía, conocí a 15 de mis 17 sobrinos nietos, me encontraba con dos de mis 3 hermanos, mis cuñadas, mis amigos y mis amigas (esos locxs lindxs a quienes amo!!!), viajaba en el tren sarmiento una vez más, caminaba por las calles de Buenos Aires, comí carneeeeeee más de lo que podía (regrese con 102 kilos), etc.

¿Es esto acaso un trío?

 Nuestro encuentro con la existencia y el Universo nos lleva, sí o sí, a un ENCUENTRO con los otros SERES humanos.

¿Es esto acaso un trió???? Pues es que sí!!! 

Estar allí para las personas significa estar completamente presentes para ellos: de forma física, mental, espiritual y emocional. 
Algunas veces pretendemos estar allí, pero en nuestras mentes podemos estar pensando en todas las cosas que tenemos que hacer. 
Este es un gran desafío.

Si realmente queremos compartir con los demás, no podemos estar envueltos en otras cosas.

¿A qué estamos esperando?

 Ya sabemos que en este planeta somos muchos.

Y como se acostumbra a decir: Cada persona es un mundo. 

En realidad no solo somos un mundo sino también nuestras circunstancias.

¿Nos hemos puesto a pensar estas dos cosas?.

Veo que cada día hay más cinismo, ironía o sarcasmo en nuestras relaciones. Lo veo en diferentes generaciones. Y yo, el primero, tuve que madurar en estas cosas.

Obviamente esto no afecta cuando no entra en nuestro registro de relaciones.

Pero cuando ingresa, pues se nota mogollón.

Tributo y Agradecimiento

Este es el tributo y agradecimiento que la Sección Espiritualidad Cogam (soy su Coordinador) hemos realizado para todas aquellas personas que desde hace 49 años estamos construyendo un colectivo LGTB+ libre (como Jesús de Nazareth).

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