Carta desde Mozambique de un misionero amigo

 

Esta carta proviene de un amigo de CRISMHOM que en este momento se encuentra de misionero en Mozambique. Él hace presente en nosotros el sentimiento misionero y pone nuestros pies sobre la tierra para que no se nos olvide nunca que el amor de Dios se concreta en el servicio y ayuda al necesitado. Gracias, José Manuel, por el Espíritu y sencillez que inspiras en nosotros. Si quieres saber de José Manuel, ha creado el blog «Pregúntale a un misionero» en el que va contando experiencias y reflexiones.
 
Queridos hermanos y hermanasOs escribo desde la sucursal de Crismhom en Tête, Mozambique. Sucursal clandestina, porque aquí el tabú sigue fuerte, fuera y dentro de la Iglesia. Mañana comienzo mi misión en el distrito de Maravia, uno de esos “fines del mundo” donde las comunidades católicas han estado abandonadas durante los últimos 40 años. El equipo pastoral esta formado por un servidor y dos curas misioneros de la Consolata (un tanzano de 40 años y un colombiano de 47). No sabemos lo que nos vamos a encontrar, pero tenemos la certeza de que el Espíritu no ha abandonado a estas comunidades, a pesar de las dificultades, el aislamiento, las divisiones, luchas de poder… Ahí siguen, confesando la misma fe y queriendo vivir el Evangelio de Jesús.
 
¿Qué voy a hacer allí? De momento conocer la realidad, estar presente, compartir la vida. “Comprender, para poder amar” como dice Tony de Mello. “Solo cuando se ama, las cosas comienzan a cambiar”. ¿Ser testigo del Amor de Dios con mi vida? Ojalá algún día pueda decirlo, de momento quiero que mi presencia aquí, como la de muchas mujeres y hombres, sea un signo de comunión de la Iglesia Universal.
 
También en esta Iglesia de Mozambique, el trigo esta mezclado con la cizaña, la homofobia con la defensa de los más pobres. ¡Que catastrófico querer separar el trigo y la cizaña violentamente! Y aun así, hay mucho por hacer, muchos prejuicios que desmontar, personas que sufren, que se esconden (nos escondemos)… Como diría Paulo Freire, los oprimidos, al desmontar el sistema de dominación, se ayudan a sí mismos y ayudan a los opresores, que están también alienados.
 
Os doy las gracias por vuestro interés por mi persona, por querer apoyarme económicamente, por esa oración que nos une.  Yo también rezo por vosotros, para que CRISMHOM se guíe por la única ley posible para los discípulos de Jesús… ya sabéis cual es.
 
Abrazos y achuchones calurosos,
 
José Manuel
 

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