Siguiendo siempre hacia adelante

Si yo, con mis grandes limitaciones y omisiones, soy capaz de ofrecerte lo mejor que tengo, ¡cuánto más, nuestro Padre celestial, dará Espíritu Santo a los que se lo pidamos. Es por eso que pido, busco y llamo, para recibir, encontrar y que se me abran ventanas y puertas para seguir siempre hacia adelante.

El correcto oír y el justo hablar.

Estamos tan ocupados con nosotros que no oímos cuando Dios nos llama, ni escuchamos lo que nos dice a través de los demás. Seleccionamos lo que nos da seguridad, descartamos lo que nos cuestiona. No percibimos los sutiles sonidos de los demás, cuando nos dicen que su situación es difícil.

Mucho hacer a costa de poco contemplar

Sin saber qué quiere Dios de mí, pero con ánimo y disposición convergente a hacer su voluntad. Desde el mucho hacer y el poco contemplar, hoy encuentro tiempo y espacio de contemplación. Hoy, como María, la hermana de la hiperactiva Marta, me llevo la mejor parte. Gracias, porque hoy nadie me la arrebatará, aunque el resto del tiempo no pare de hacer.

Un tríptico para separados y divorciados

Entregando a un compañero de trabajo el tríptico de un grupo de apoyo a separados y divorciados de la parroquia donde voy los domingos a misa. Hace años le presenté al cura que dio catequesis a su entonces novia, porque apenas estaba iniciada en la fe. Él les casó y un año después se separaron. Otro año más tarde fui yo quien me enteré casi por casualidad que se habían separado a través de ese sacerdote amigo. Dos años aún más tarde, veo este tríptico y pienso en mi compañero de trabajo. No quedó momento para decirle «¡Lo siento mucho, lo siento de veras!». Hoy se lo digo sin decirlo con un tríptico: «Lo siento mucho».

Conocimiento interno

Uniendo voluntad y corazón, intención y deseo para pedir y buscar conocimiento interno del Señor, que por mí se hizo hombre, para que más le ame y le siga.

Actualizando la confirmación

Reaviva el don de Dios que recibiste cuando yo, Pablo, te impuse las manos. Porque Dios no nos ha dado un espíritu cobarde, sino de energía, amor y buen juicio. No tengas miedo de dar la cara por nuestro Señor y de mí, su prisionero. Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según las fuerzas que Dios te dé. Ten delante la visión que yo te di con mis palabras sensatas y vive con fe y amor cristiano.

Aumentando la fe

Que Jesús aumente y enriquezca nuestra entrega a la fe que hemos recibido; que podamos convertirnos en «transmisores» de confianza en Jesús, nuestro salvador.

Perdón, Señor, pedimos por quienes dudan o vacilan en su fe a causa de nuestra falta de testimonio a favor de la fe que proclamamos con nuestras palabras y negamos con nuestras obras.

Alcanzando el fondo del alma

El fondo del alma no se alcanza con las propias fuerzas, ni empeños ascéticos, ni siquiera con mucha oración. No se alcanza por el hacer sino por el abandonarse, por entregarse. Dejar a Dios los esfuerzos espirituales para ser conducidos por Él hasta el fondo del alma.

Sobre la contemplación de un niño

Sobre la contemplación de un niño. Acercarse sin necesidad de decir nada, con sencillez y humildad, sin tener que aparentar nada. Indefenso nos desarma. Es mucho más lo que crea en nosotros sin hacer nada, que lo que logramos nosotros, queriendo hacerlo todo. Gracias, Dios mío, gracias, porque quisiste mostrarme tu rostro: el rostro de un niño.

Fueron llamados y así lo sintieron

Contemplando nuevamente una chiquilla embarazada de casi nueve meses subida en un burro camino de Belén. Su novio al lado. Mirando a las dos mamás con su niña y las gemelas. Una en el hospital cuidando de una gemela, la otra de viaje para sacar adelante a la familia, la abuela en casa con las otras dos. Contemplando un cura en una parroquia donde en lugar de ser querido es boicoteado. ¿Por qué tanta dureza? ¿Cómo soportarlo? Acaso porque era su sitio, fueron llamados y así lo sintieron.