Lectio Divina 2013

Esta página contiene la Lectio Divina con reflexiones escritas por el Reverendo D. Mariano Perrón, sacerdote católico de la archidiócesis de Madrid. Mariano Perrón es entre otras cosas licenciado en filosofía y teología por la Universidad Pontificia Comillas, ha sido delegado diocesano y episcopal para ecumenismo y relaciones interconfesionales de la diócesis de Madrid durante 38 años y notario de matrimonios mixtos interconfesionales. La versión en inglés de esta Lectio Divina es publicada por la American Bible Society.

¿Quién soy yo?

¿Quién sería yo si Dios no hubiera acampado en mí? ¿Acaso soy capaz de explicar mi ser o esencia sin pensar en Él? ¿Puede mi vida tener sentido, ser la que es, sin haber recibido el regalo de contemplar con los ojos interiores el rostro de Cristo?

Hechos singulares desapercibidos

Contemplando hechos singulares metidos en la vida corriente. No por el hecho de que se sucedan con rapidez, a veces vertiginosamente, dejan de ser excepcionales. Juntándose con buenas amistades sin prisas. De excursión, disfrutando del maravilloso tiempo atmosférico de este país. Viendo muchos niños. Sus risas y llantos conforman la esperanza del futuro.

Contemplando la llamada de Cristo

Contemplando cómo Cristo nos llama y nos quiere a todos bajo su bandera: la del amor incondicional y gratuito. Poco a poco, tacita a tacita, va llamando sin prisa. Guiando por tantos caminos como personas, cada cual recibe su invitación particular. Sin grandes patrones o estereotipos, Dios se hace notar sin que uno interiormente pueda dudarlo; si acaso, no reconocerlo. Siguiendo el camino de la apertura y el cambio, el Espíritu se hace presente venciendo la pereza, la monotonía, haciendo cosas que «no nos apetecen», pero que uno siente internamente que debe hacer.

Insistiendo hasta ser pesado

Contemplanto a una viuda que desprotegida y sin poder o influencia demanda justicia insistentemente a un juez que no la hace caso. Mirando cómo logra su propósito a base de ser pesada e insistir. Contemplando voces y miradas perseverantes e incómodas, piedras en el zapato en medio de la dispersión y pasividad de este mundo. Concédeme mi Señor esa insistencia y pesadez, para que me hagas caso y me atiendas.

Ejercicios espirituales en la vida diaria: contemplanto la encarnación

Este texto está compuesto a partir de breves anotaciones diarias, trozos de la sagrada escritura, algunas lecturas breves y «El relato del peregrino» (autobiografía de San Ignacio de Loyola). Se han reordenado para que se puedan leer de corrido sin transiciones demasiado abruptas. La primera parte es una reflexión sobre el hecho de ejercitarse cada día y la segunda es un ejercicio concreto, sobre la contemplación de la encarnación. Estas breves anotaciones son el resultado de ese ejercicio diario que día tras día va formando un gran motivo por el que dar gracias, un inmenso motivo por el que la vida vale la pena.

Siguiendo siempre hacia adelante

Si yo, con mis grandes limitaciones y omisiones, soy capaz de ofrecerte lo mejor que tengo, ¡cuánto más, nuestro Padre celestial, dará Espíritu Santo a los que se lo pidamos. Es por eso que pido, busco y llamo, para recibir, encontrar y que se me abran ventanas y puertas para seguir siempre hacia adelante.

El correcto oír y el justo hablar.

Estamos tan ocupados con nosotros que no oímos cuando Dios nos llama, ni escuchamos lo que nos dice a través de los demás. Seleccionamos lo que nos da seguridad, descartamos lo que nos cuestiona. No percibimos los sutiles sonidos de los demás, cuando nos dicen que su situación es difícil.

Mucho hacer a costa de poco contemplar

Sin saber qué quiere Dios de mí, pero con ánimo y disposición convergente a hacer su voluntad. Desde el mucho hacer y el poco contemplar, hoy encuentro tiempo y espacio de contemplación. Hoy, como María, la hermana de la hiperactiva Marta, me llevo la mejor parte. Gracias, porque hoy nadie me la arrebatará, aunque el resto del tiempo no pare de hacer.