La aplicación básica del modo en que Jesús entiende la Ley se basa en el contraste entre la tradicional interpretación legalista, farisea/farisaica, y su propio punto de vista. “Han oído que se dijo…, pero yo les digo…” Paso a paso, Jesús escoge un número de cuestiones morales y trata de hacer que sus oyentes vayan a la raíz de los mandamientos. Jesús les insta (a ellos y, claro está, también a nosotros) a descubrir que, más allá de la mera observancia de las palabras de la Ley, hay un compromiso mucho más hondo con la voluntad de Dios. Los temas básicos son el homicidio y la ira; el adulterio, el divorcio y la lujuria; el juramento y la veracidad; venganza y la condescendencia; la reconciliación y el amor.