Uno de tantos

Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios, al contrario, se despojó de sí mismo, y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos.

Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el “Nombre sobre todo nombre”; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, y en el abismo y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. (Filipenses 2, 5-11)

Venid a mí los que estáis cansados y agobiados

Venid a mí todos los que están cansados y agobiados, que yo os aliviaré.
Cargad mi yugo y aprended de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontraréis alivio.
Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.

Aprendiendo a pedir lo más conveniente

El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad porque no sabemos pedir lo que nos conviene. Sin embargo, él mismo intercede por nosotros con gemidos no expresables con palabras. Y Dios, que conoce nuestro corazón, sabe lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega según la voluntad de Dios.

Fortaleza mía

Te amo, Señor, fortaleza mía, roca mía, castillo mío, mi libertador. Dios mío en ti confiaré. Pues mi escudo eres Tú y la fuerza de mi salvación. Invoco al Señor de mi alabanza y quedo libre de mis enemigos.

Opciones que son tentaciones

Opciones que son tentaciones. Tentaciones en forma de opciones. Elecciones entre buenas opciones. Intentando y pidiendo acertar a escoger la que más conduce a la felicidad. Constatando lo difícil que es elegir con criterio, con el criterio de Dios. Quédate, Señor y vela conmigo, quedaos vosotros también y pedid no ceder en la prueba, la prueba de hacer mudanza en tiempo de desolación.

Pobreza fuente de riqueza

¡Oh pobreza, fuente de riqueza! La pobreza nos fuerza a ser auténticos, sin tener que contentar a todos. Nos hace libres porque administrar cuando mucho se tiene, es una esclavitud.

Sin juicios

No somos quiénes para juzgar. Todos pasamos por circunstancias que explican lo que hacemos. No juzgar es un gran ejercicio de amor.

Confiando en dejarse entrenar

Sobre la confianza. Pidiendo fe y confianza de que Dios tiene planes de felicidad para cada uno. Planes en ocasiones insondables, ininteligibles, INIMAGINABLES. Pidiendo no tener miedo a dejarse hacer, al ejercicio de disponerse y aceptar que cuando hay caminos inspirados por Él que se cierran, aparece la esperanza firme de que el Señor nos abrirá otros, sabiendo que el camino recorrido no es en vano, sino que es necesario seguirlo y vivirlo, porque es el medio eficaz que tiene Dios para dotarnos de la capacidad de en todo amar y servir.

La mies es abundante

En aquel tiempo llamó Jesús a los doce y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar todo achaque y enfermedad.

Jesús dijo a sus discípulos: La mies es abundante y los braceros pocos. Por eso, rogad al dueño que envíe más braceros a su mies. Envía, pues, a este pobre servidor tuyo y ayúdale a descubrir esa mies inaccesible a la que sólo pueden acceder personas con una trayectoria particular labrada palmo a palmo por ti.

Fuentes de salud

El Señor es mi salvador. En Él confiaré y no me desanimaré. Porque mi fortaleza y mi canción es el Señor. Sacaremos agua llenos de alegría de las fuentes de la salud.

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