Lo que a Dios le agrada

Pero ahora, Señor, somos el más pequeño
de todos los pueblos;
hoy estamos humillados por toda la tierra
a causa de nuestros pecados.

En este momento no tenemos príncipes,
ni profetas, ni jefes;
ni holocausto, ni sacrificios,
ni ofrendas, ni incienso;
ni un sitio donde ofrecerte primicias,
para alcanzar misericordia.

Por eso, acepta nuestro corazón contrito
y nuestro espíritu humilde,
como un holocausto de carneros y toros
o una multitud de corderos cebados.

Que éste sea hoy nuestro sacrificio,
y que sea agradable en tu presencia:
porque los que en ti confían
no quedan defraudados.

Programa de formación 2015/16

PROGRAMA DE FORMACIÓN CRISMHOM 2015/16

 

Todas las formaciones, salvo que se indique expresamente, tendrán lugar en la sede de CRISMHOM en la calle Barbieri 18, normalmente los sábados con horario de 20 a 22h. Por respeto al ponente y al resto de audiencia, se ruega máxima puntualidad.

Programa de formación 2016/17

PROGRAMA DE FORMACIÓN CRISMHOM 2016/17

 

Todas las formaciones, salvo que se indique expresamente, tendrán lugar en la sede de CRISMHOM en la calle Barbieri 18, normalmente los sábados con horario de 20 a 22h. Por respeto al ponente y al resto de audiencia, se ruega máxima puntualidad.

Talleres y retiros CRISMHOM 2016/17

CRISMHOM lanza este programa de talleres de crecimiento personal y retiros espirituales para el curso 2016/17. El objetivo de este programa de talleres y retiros es lograr que los asistentes puedan encontrar apoyo y motivo para fomentar el crecimiento personal a nivel humano y espiritual así como potenciar el conomiento interpersonal y ayudar a crear lazos de amistad más fuertes e íntimos, que redunden en un interés y acompañamiento mutuo.

La sabiduría de Dios, un tesoro inagotable

Aprendí la sabiduría sin malicia, la reparto sin envidia y no me guardo sus riquezas. Porque es un tesoro inagotable para hombres y mujeres: los que la adquieren se atraen la amistad de Dios, porque el don de su enseñanza los recomienda (Sabiduría 7,13-14).

Aprendiendo a ser

¿Quién soy? ¿Cómo ser quien soy? Primero, ¿cómo reconocerme? No quien creo o quiero ser, sino ¿cómo reconocer que efectivamente soy yo? Reconocerme en mi más pura esencia, en aquello que sé que soy sin lugar a dudas, en lo que quiero ser, en lo que doy gracias por ser. Segundo, mirarme y recrearme en que así soy y ¡qué gran suerte! ¡Qué inmenso regalo y tesoro ser así! Tercero, ya me veo, ya me siento, ya supe y sé que indudablemente soy yo. Por fin, quiero aprender y disfrutar a a ser quien soy. No siempre acertaré con las cosas. Sin embargo, más importante que acertar es aprender a ser.

No niegues un favor a quien lo necesita

Hijo mío, no niegues un favor a quien lo necesita,

si está en tu mano hacérselo.

Si tienes, no digas al prójimo:

«Anda, vete; mañana te lo daré».

No trames daños contra tu prójimo,

mientras él vive confiado contigo;

no pleitees con nadie sin motivo,

si no te ha hecho daño;

no envidies al violento,

ni sigas su camino;

porque el Señor aborrece al perverso,

pero se confía a los honrados (Proverbios 3, 27-30).

Aprendiendo a ser

Intentando buscar el difícil equilibrio entre dar la vida, darse, partirse, entregar mi tiempo, mi esfuerzo, cuidar de aquellas personas que me rodean, con el hecho de que de nada me sirve ganar el mundo y a la gente, si me pierdo a mí mismo. Conjugar la expansión de un corazón entregado y agradecido con un vivirse centrado, encontrado, descansado, en paz. Aprendiendo cada día a ser, conjugando la acción eficaz, la optimización del tiempo con saber encontrar momentos para estar con uno y con los demás.

Ahora seguimos, respetamos y buscamis tu rostro

Pero ahora, Señor, somos el más pequeño de todos los pueblos; hoy estamos humillados por toda la tierra a causa de nuestros pecados.

En este momento no tenemos príncipes,
ni profetas, ni jefes;
ni holocausto, ni sacrificios,
ni ofrendas, ni incienso;
ni un sitio donde ofrecerte primicias, para alcanzar misericordia.

Por eso, acepta nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde, como un holocausto de carneros y toros o una multitud de corderos cebados.

Que éste sea hoy nuestro sacrificio, y que sea agradable en tu presencia:
porque los que en ti confían no quedan defraudados.

Ahora te seguimos de todo corazón, te respetamos y buscamos tu rostro (Daniel 3, 26-29).

Así son los hijos de la luz

Cuando atraviesan áridos valles,
los convierten en oasis,
como si la lluvia temprana
los cubriera de bendiciones;
caminan de baluarte en baluarte
hasta ver a Dios en Sión.

De las espadas forjarán arados,
de las lanzas, podaderas.
No alzará la espada pueblo contra pueblo,
no se adiestrarán para la guerra.

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