Si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid y recibiréis para que vuestra alegría sea completa […] Aquel día pediréis en mi nombre y no os digo que yo rogaré por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis y creéis que yo salí de Dios (Juan 16, 23-27).
¡Cuántas cosas pedimos! ¿Cuántas se nos dan? ¿Cómo las pedimos? ¿Para quién? Hoy pido a Dios que nos bendiga a cada uno, bendiga a nuestras familias, amigos y conocidos. Dios bendiga a las personas mayores, a los enfermos y a quienes viven con angustia la incertidumbre de no saber cómo salir adelante. Dios bendiga a quienes se reunieron con él y conceda paz y consuelo a quienes los echamos de menos. Dios despierte nuestra solidaridad ante quienes están cerca de nosotros y sabemos que necesitan ayuda y ante quienes están lejos y no conocemos pero que con certeza necesitan de nuestro apoyo y nuestra oración. Dios bendiga nuestras peticiones para que pidamos en su nombre en el día en que «no os digo que yo rogaré por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis y creéis que yo salí de Dios».