«María, Madre de Jesús y de cuantos participan de su ministerio sacerdotal,
acudimos a Ti como hijos que acuden a su Madre. Ya no somos niños, sino adultos que de todo corazón desean ser hijos de Dios.
Nuestra condición humana es débil; por eso venimos a suplicar tu ayuda maternal para conseguir sobreponernos a nuestras debilidades.
Ruega por nosotros, para que, a nuestra vez, podamos ser personas de oración.
Invocamos tu protección para poder permanecer libres de todo pecado.
Invocamos tu amor para que el amor pueda reinar, y nosotros podamos ser compasivos y capaces de perdonar.
Invocamos tu bendición para que podamos ser como la imagen de tu Hijo,
Señor y Salvador nuestro, Jesucristo. Amén.»
(Oracion de Madre Teresa de Calcuta)