Oración Inicial.
Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Envía tu Espíritu Señor y renueva la faz de la tierra.
Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus fieles con las luces del Espíritu Santo, haznos dóciles a su inspiración para desear siempre el bien y gozar de sus divinos consuelos, por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Intro.
Dios Padre, ilumina mi razón para que no compita con mi fe, sino que sea una la luz de la otra.
Bendice Alma mía al Señor!!!
Te busco Señor, en cada ceguera que me paraliza. En cada cadena que me quita la libertad. Dame la fuerza para cumplir, también yo, con la vida que me has dado.
Padre mío, que no me apropie yo de tu gloria. A Ti y no a mi es a quien han de mirar; que sepa hacerte ver, Padre, en mis obras, en mis palabras y en mi amor.
Dios Padre, ilumina…
Canto. Sé mi luz.
Sé mi luz, enciende mi noche,
Sé mi luz, enciende mi noche,
Sé mi luz, enciende mi noche,
Mi noche, sé mi luz.
Yo soy el camino, la verdad y la vida.
Jesús, que nunca se apaguela llama de mi amor por Ti.
Jesús, dónde puedo encontrarte? Ayúdame a verte en cada persona necesitada de afecto, en cada mirada que suplica perdón, yo también quiero salir de mi para adorarte.
Jesús, se ha hecho compañero de camino desde el nacimiento hasta la muerte y permanece como la más íntima y dulce compañía de aquellos que le acogen y creen en Él.
Es el compañero por excelencia que se deja acompañar en su misión de anunciar el Reino de Dios y, nos hace compañeros suyos, como los apóstoles y las mujeres que la escena bíblica nos presenta.
El camino continúa, Jesús llama a sus discípulos a estar con Él, a que le sigan, la meta merece la pena:El Reino de Dios.
Los ángeles, aquellos que continuamente ven el rostro de Dios y no cesan de alabarle, nos alientan y guían en este caminar. Nunca estaremos solos.
Canto. Jesús, Ven Tú.
Pan y vino son tu rostro, que hoy volvemos a tocar,
Tu mirada que curaba, de nuevo nos sanará,
No merezco que Tu vengas, a mi pobreza tocar,
Mas yo quiero que en mi vida, Jesús Tú puedas estar.
Jesús, ven Tú, entra en mi casa de nuevo,
Jesús, ven Tú, para encender nuestro fuego,
Jesús, Jesús…
Es tu vino nuestra sangre, que no nos deja morir,
Pan y vida para todos, rotos para compartir,
Te compartes con nosotros, en la pobreza de un pan,
cambiaremos nuestro mundo, para que puedas reinar.
Jesús, ven Tú…
Como un ciego yo me atrevo, a acercarme un poco a Ti,
Tu conoces mis traiciones, las veces que me perdí,
Mas Tu sabes que te quiero y, que si vienes Jesús,
Todo es fiesta, todo es vida, porque me has salvado Tú.
Jesús, ven Tú…
Madre María, bendita sea Tu Luz…
Madre mía, en tus santas manos yo coloco mi destino y te agradezco infinitamente por haberme acompañado y resguardado desde el mismo instante en que puse mis esperanzas en Ti.
Te pido que no me desamparres y que siempre me protejas con fidelidad.
Tú eres la Madre verdadera, que con misericordia y amor alimentas las almas de los que en Dios creemos.
Sin María, no hay Jesús…
Canto. Santa María del camino.
Mientras recorres la vida,
Tú nunca solo estás,
Contigo por el camino,
Santa María va.
Ven con nosotros a caminar,
Santa María ven… (bis)
Aunque te digan algunos,
Que nada puede cambiar
Lucha por un mundio nuevo,
Lucha por la verdad.
Ven con nosotros….
Si por el mundo los hombres,
Sin conocerse van,
No niegues nunca tu mano,
A quien contigo va.
Ven con nosotros…
Aunque parezcan tus pasos,
Inútil caminar,
Tu vas abriendo caminos,
Otros los seguirán.
Ven con nosotros…
Ave María C. Gounod.
Amad mucho y que os amen mucho, el amor es la fuerza de la vida.