Este documento contiene una declaración de CRISMHOM a propósito del sentido cristiano del amor entre personas del mismo sexo. Escrito desde la reflexión cristiana y la experiencia vivencial, este documento pretende ser un punto de referencia para liberar a personas que por diversos motivos creen o piensan que la experiencia del amor entre personas del mismo sexo no es querida por Dios.
Declaración de la Asociación de Cristianos y Cristianas Homosexuales de Madrid, Crismhom, en relación al sentido cristiano del amor entre personas del mismo sexo.
Dios es Amor, así nos lo ha revelado Jesucristo, Él que haciéndose hombre fue igual en todo a nosotros, excepto en el pecado. Ese pecado, que como nos señala muy bien Pablo, está formado por nuestras actitudes que nos cierran hacia los demás; el egoísmo, la envidia, la arrogancia, la avaricia, el individualismo, etc. El Amor que nos enseñó Cristo con su caminar entre nosotros, es un amor que se define por su entrega a los demás, por su fidelidad a su vocación de servicio y fidelidad al amor, por su generosidad y, por liberar de fardos y cargas pesadas a sus coetáneos que otros trataban de imponer. Un amor que nos habla desde la proximidad y cercanía de un padre y, de un hermano.
Jesús siempre respeta la libertad individual de cada persona, pero desde ese respeto, nos indica un camino de crecimiento y acercamiento hacía Dios, crecimiento en el Amor. Un camino que es nada más y nada menos, que su Vida entre nosotros, para descubrirnos de forma total, la belleza irresistible del Amor de Dios, que habita en el corazón de todos los hombres y mujeres, hechos a imagen y semejanza suya y, que cada uno de nosotros puede y debe descubrir con su Vida.
Para todo cristiano de cualquier iglesia, todos los hombres y mujeres hemos sido concebidos a imagen y semejanza de Dios, somos hijos suyos. Habitando Él en nuestro corazón, en nuestro interior, en forma de amor puro que trata de abrirse camino en nuestras Vidas, a pesar de nuestras dudas y temores, propios o impuestos por la sociedad en la que vivimos. Realidad ésta, especialmente cruel para el caso de nuestra comunidad LGTB cristiana en todo el mundo.
Que Dios es Amor, es una verdad irrefutable para cualquier cristiano y cristiana, por eso cuando entre dos hombres o dos mujeres existe un amor cristiano nucleado en sus corazones, que los une como pareja o matrimonio. Amor este basado en la entrega, la generosidad, la fidelidad, el compartir un proyecto cristiano de vida en común, no podemos hablar de otra cosa que Dios que es Amor, une dicho matrimonio o pareja. Así lo vivimos y, así el Espíritu de Amor del Señor nos lo dice, a todos los miembros de la comunidad LGTB cristiana y, así se lo queremos comunicar al mundo, para que desde la proximidad y el respeto, crezcamos juntos con el resto de la sociedad, en este apasionante proyecto de Vida que Jesucristo nos ha revelado.
La Comunidad cristiana LGTB de Madrid, aún sintiéndose parte de la iglesia universal, como comunidad de todos los creyentes en Cristo Jesús, echa en falta en las distintas iglesias un mensaje hacia nosotros, sus hermanos y hermanas, que nos hable desde la proximidad, a quien tiene también inhabitado en su Ser, en su corazón, el Amor del Señor, un Amor que debe unirnos a todos en un cuerpo universal cuya cabeza es Jesús. Sentimos y vemos una jerarquía de la iglesia más centrada en el imponer formas de vivir la vida, preocupada por mantener su poder y sus estructuras y que, cada día se aleja más del mensaje único y fundamental de Jesús, Amarás a Dios sobre todas la cosas y al Prójimo (nosotros lo somos) como a ti mismo.
Madrid, Septiembre de 2012