Líder de una organización que curaba la homosexualidad, reconoce que no ha conocido a nadie que dejara de ser homosexual.


John Smid fue, durante veintidós años, miembro de Love in Action, de la que llegó a ser director ejecutivo. Se trata de una de las diversas organizaciones fundamentalistas cristianas formadas por supuestos “ex-gays curados” y aparentemente reconvertidos a la heterosexualidad gracias a la religión. Ahora, tres años después de dejar la organización, Smid admite públicamente que nunca ha dejado de ser homosexual y que él, de hecho, jamás ha conocido a nadie que realmente lo dejara de ser.


Smid aceptó por primera vez su homosexualidad hace más treinta años. En 1980, de hecho, dejó a los que entonces eran su esposa e hijos. Cuatro años después, sin embargo, su fe religiosa le llevó a abrazar de nuevo una vida formalmente heterosexual, y acabó por formar parte y liderar Love in Action, una de las organizaciones de historial más terrible a la hora de intentar “convertir” a homosexuales en heterosexuales a través de la fe en Jesucristo. La organización conseguía en numerosos casos, de hecho, inhibir la conducta sexual de las víctimas, que a través del autoconvencimiento y la oración debían apartar de sus pensamientos cualquier fantasía homosexual, y que en muchos casos acababan por llevar vidas formalmente heterosexuales. El propio Smid llegó a casarse de nuevo con otra mujer.
Smid abandonó Love in Action en 2008, renegó de sus métodos, y dos años más tarde pidió perdón por todo el daño causado, muy especialmente a los adolescentes que se acogieron a los programas de “conversión” de la organización, y que según sus propias palabras “ya estaban en una situación vital muy delicada”. Estos días, sin embargo, Smid ha vuelto a la primera plana de la actualidad. “Sí, hay homosexuales que experimentan cambios drásticos en sus vidas conforme avanzan en el proceso de transformación junto a Jesús. He escuchado historia tras historia sobre los cambios que experimentaban hombres y mujeres homosexuales cuando encontraban la gracia de Dios en sus vidas. Pero, sintiéndolo mucho, este proceso de transformación no cumple las expectativas de muchos cristianos. Quiero reiterar que esta transformación, para la inmensa mayoría de la gente, no supone un cambio de su orientación sexual. De hecho, yo jamás he conocido un solo caso de hombre que haya pasado de ser homosexual a heterosexual“, reconocía hace unos días.
Este martes, de hecho, Smid concedía una entrevista televisiva a un programa de la MSNBC en la que reconocía que, pese a seguir casado con su actual esposa, a la que dice querer y con la que mantiene una buena relación, él sigue sintiéndose atraído por otros hombres y ello “forma parte de su vida“.
Fuente: Dosmanzanas


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