2019-06-06: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia”

Monición introductoria.
Todo hombre vive y muere con una cierta sensación de insaciabilidad de justicia, porque el mundo no está en condiciones de satisfacer hasta el fondo a un ser creado a imagen de Dios, ni en la profundidad de su persona ni en los diversos aspectos de su vida humana. Y así, mediante esta hambre de justicia, el hombre se abre a Dios, que es la justicia misma. Jesús, en el discurso de la montaña, le expresó de forma muy clara y concisa cuando dijo: bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. 
                                                                        (Juan Pablo II, Audiencia general 8-XI-1978)
 
Canto: Veni Sancte Spiritus.
 
“El Justo antes Dios Señor”
1- ¿Quién puede habitar en tu presencia? Quien actúa con honradez y PRACTICA LA JUSTICIA. Quien tiene intenciones rectas y no calumnia con su palabra.
 
2- Quien no hace mal a su prójimo ni calumnia al vecino. Quien es capaz de denunciar la injusticia y valorar la misericordia. Quien no explota a los otros, ni acepta sobornos contra el inocente.
1- Quien tiende su mano al que lo necesita. Quien se estremece ante el mal que destruye, mutila, excluye y abandona.
 
2- Quien vive agradecido por las oportunidades, y es consciente de lo que puede hacer por tu reino en este mundo. Quien ama sin límites… Quien así obra nunca fallará… Su Dios Padre Madre siempre le acompañará.
 
Canto:
Cristo Jesús, oh fuego que abrasa, que la tiniebla en mi no tengan voz. Cristo Jesús disipa mis sombras, y que en mi solo hable tu amor
 
Lectura de la profecía de Isaías (Isaías 41, 17-18)
Los afligidos y los necesitados buscan agua, pero no la hay, su lengua está reseca de sed. Yo, el SEÑOR, les responderé, yo, el Dios de Israel, no los abandonaré. Abriré ríos en las alturas desoladas, y manantiales en medio de los valles; transformaré el desierto en estanque de aguas, y la tierra seca en manantiales.                                                                                                                                                  Palabra del Señor
Meditación:
“Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia porque ellos serán saciados” Hambre de justicia y fraternidad, sed de solidaridad y dignidad. Y gritos, sí, numerosos gritos surgiendo del fondo de la historia, de tantas vidas pisoteadas, ultrajadas; de tanto corazón bueno y justo, de tantas luchas solidarias, de tanto sueño y esfuerzo compartidos por humanizar nuestro mundo. Hambre y sed de cumplir la voluntad de Dios, de que su Reino venga, de que su Alianza sea cumplida y respetada. [..]  ”…los gritos del pobre atraviesan las nubes y hasta alcanzar a Dios no descansan… Dios tampoco dará largas… hasta quebrantar los lomos del tirano (Eclesiástico 35, 14-26). La idea bíblica de justicia significa escuchar el grito del oprimido, por eso, la justicia en la Biblia significa defender al que no puede defenderse por sí mismo. Es un comportamiento fraterno en la comunidad de la Alianza, una organización solidaria, fraterna y compasiva de las relaciones sociales, una comunidad en la que no debiera haber pobres. Así entendida, la justicia exige el reconocimiento de la dignidad y de los derechos del prójimo. Es la llamada “justicia antropológica”, lo debido a la persona por ser persona. Pero el hambre puede ser también una metáfora de la plenitud deseada y que la Biblia expresa con categorías como el Reino de Dios o la Alianza. Realidades que sintonizan con lo mejor del corazón humano, con esos ideales nobles de justicia y fraternidad que resuenan en los deseos y esperanzas de una gran mayoría, sobre todo en el corazón de los desposeídos, y en este caso, los ideales son exigibles como derechos humanos. “Que se cumpla toda justicia” (Mateo 3, 15), dice Jesús a Juan Bautista, y se convierte en un peregrino de la justicia, siempre al servicio de la voluntad y de la santidad de Dios. Empujado por el hambre y la sed de justicia y animado por la pasión del Reino de Dios o de la Alianza recorre los caminos de Palestina, curando, liberando, sediento de relaciones nuevas. Y Resucitado recorrerá -en sus seguidores, en su Iglesia- los caminos de la historia de la humanidad. […]
                                                                                                             P. Carlos Collantes sx
 
Canto:
Yo te amo Jesús y me dono a ti
Tú eres fuente de vida,
Consolación en mi corazón,
Te ruego Señor, escúchame.
 
Oremos juntos:
Ayúdanos a cambiar, Señor, y practicar tu justicia. Ayúdanos a cambiar, Señor nuestra mirada mundana, egoísta, poco comprometida, temerosa, acomodada. Ayúdanos a cambiar para mirar las cosas, el mundo, la vida, con tu mirada y desde tus ojos. Quítanos las anteojeras que vamos construyendo a lo largo de los años, que nos aíslan del dolor y del sufrimiento de los que caminan al lado. Sacude nuestro corazón para que aprendamos a ver con los ojos llenos de Evangelio y Esperanza de Reino. Corre ya el velo de nuestros ojos para que, viendo, podamos con-movernos por los otros y movernos desde lo profundo de cada uno para acudir a dar una mano (y la otra, y la vida toda…) a los que están caídos al costado del camino, a los que esta sociedad ciega ha tirado a un costado porque no cuentan o no interesan a las leyes del mercado. Ayúdanos Señor a ver y a cambiar… a verte y a optar… a utilizar esos lentes maravillosos que nos dejaste para mirar el mundo, la realidad, la vida: La mirada del Evangelio, para ver con tus ojos de Dios… y practicar tu justicia. Danos, Señor mirada compasiva para poder decir al abatido una palabra de aliento. Danos un corazón sensible para luchar por la justicia y la paz. Que no olvidemos que cuanto hagamos con nuestros hermanos, contigo lo hacemos.
Canto: Renuévame oh mi Señor con tu sangre… Restáurame oh mi Señor…. Libérame oh mi Señor…. Aleluya.
 
BREVE ESPACIO PARA COMPARTIR.
(Reflexiones, peticiones y acción de gracias)
 
Padrenuestro.
 
 
 
 
 
 
 
 
ORACIÓN COMUNITARIA.
Señor Jesucristo, imploramos tu protección e intercesión ante el Padre por toda la comunidad LGTBI+H, por todas aquellas personas que no se aceptan a sí mismas, que sufren en soledad, son perseguidas por su orientación sexual o su identidad de género y que no son comprendidas, ni aceptadas en su entorno más cercano. También te damos gracias y te pedimos por CRISMHOM, para que juntos construyamos tu Reino y seamos luz y faro de nuestra comunidad LGTBI+H de Madrid. AMÉN.
 
Bendición: El Señor nos bendiga y nos guarde; nos muestre su rostro y tenga misericordia de nosotros. Vuelva su rostro a nosotros y nos conceda la paz. El Señor nos bendiga, hermanos y hermanas.

 


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