2018-11-08: ORACIÓN ECUMÉNICA. ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?

«El hombre es criado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor y, mediante esto, salvar su ánima; y las otras cosas sobre la haz de la tierra son criadas para el hombre, y para que le ayuden en la prosecución del fin para que es criado».
 
+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
CANTO
En el nombre del Señor nos hemos reunido (bis)
Ved qué gozo que los hermanos se quieran (bis)
En el nombre del Señor nos hemos reunido (bis)
Cristo siempre está en medio de nosotros (bis)
En el nombre del Señor nos hemos reunido (bis)
1) Lectura del libro del Deuteronomio 6, 2-6
Moisés habló al pueblo diciendo:
«Teme al Señor, tu Dios, tú, tus hijos y nietos, y observando todos sus mandatos y preceptos, que yo te mando, todos los días de tu vida, a fin de que se prolonguen tus días. Escúchalo, pues, Israel, y esmérate en practicarlos, a fin de que te vaya bien y te multipliques, como te prometió el Señor, Dios de tus padres, en la tierra que mana leche y miel.
Escucha, Israel: El Señor es nuestro Dios, el Señor es uno solo.
Amarás, pues, al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas las fuerzas.
Estas palabras que yo te mando hoy estarán en tu corazón».
¡Palabra de Dios!
CANTO
Laudate omnes gentes, laudate Dominum
2) Lectura del Evangelio según Marcos 12,28b-34
Acercóse uno de los escribas (…) y, viendo que Jesús les había respondido muy bien, le preguntó: «¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?» Jesús le contestó: «El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos.» Le dijo el escriba: «Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que Él es único y que no hay otro fuera de Él, y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.» Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios.» Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas.
¡Palabra del Señor!
 
3) ORACIÓN:
Líbranos, Señor, de todos los males, de insensibilidad, cálculo y egoísmo, y ábrenos decididamente a tu amor. Líbranos siempre del miedo a entregamos con amor a cualquiera que nos necesite. Y que nuestro amor por los que nos rodean sea la prueba de calidad de que te amamos a ti. Ayúdanos a ser un solo corazón y una sola alma y a ser una comunidad generosa para el servicio.
4) REFLEXIÓN
• El evangelio de hoy nos presenta una conversación bonita entre Jesús y un doctor de la ley. El doctor quiere saber de Jesús cuál es el primero de todos los mandamientos. Hoy también mucha gente quiere saber lo que es más importante en la religión. Algunos dicen que es ser bautizado. Otros dicen que es rezar. Otros dicen: ir a Misa o participar del culto el domingo. Otros dicen: amar al prójimo. Otros se preocupan sólo con las apariencias o con los cargos en la Iglesia.
 
• Marcos 12,28: La pregunta del doctor de la Ley. A un doctor de la ley, que había asistido al debate de Jesús con los saduceos (Mc 12,23-27), le gustó la respuesta de Jesús, y percibió su gran inteligencia y quiso aprovechar la ocasión para plantear una preguntar: “¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?” En aquel tiempo, los judíos tenían una gran cantidad de normas para reglamentar en la práctica la observancia de los Diez Mandamientos. Algunos decían: “Todas estas normas tienen el mismo valor, pues todas vienen de Dios. No nos incumbe a nosotros introducir distinciones en las cosas de Dios”. Otros decían: “Algunas leyes son más importantes que las otras y, por esto, ¡obligan más!” El doctor quiere saber la opinión de Jesús.
 
• Marcos 12,29-31: La respuesta de Jesús. Jesús responde citando un pasaje de la Biblia para decir cuál es el primero de todos los mandamientos: es “¡amar a Dios con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas!” (Dt 6,4-5). En el tiempo de Jesús, los judíos piadosos hicieron de este texto del Deuteronomio una oración y la recitaban tres veces al día: de mañana, a medio día y por la noche. Era tan conocida entre ellos como hoy entre nosotros lo es el Padre Nuestro. Y Jesús añade, citando de nuevo la Biblia: “El segundo es éste: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’ (Lev 19,18). No existe otro mandamiento mayor que éstos”. ¡Respuesta breve y profunda¡ Es el resumen de todo lo que Jesús enseñó sobre Dios y sobre la vida (Mt 7,12).
 
• Marcos 12,32-33: La respuesta del doctor de la ley. El doctor concuerda con Jesús y saca las conclusiones: “«Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que amar a Dios y amar al prójimo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.». O sea, el mandamiento del amor es más importante que los mandamientos relacionados con el culto y los sacrificios en el Templo. Esta afirmación venía ya de los profetas del Antiguo Testamento (Os 6,6; Sal 40,6-8; Sal 51,16-17). Hoy diríamos que la práctica del amor es más importante que novenas, promesas, rezos mecánicos y procesiones.
 
• Marcos 12,34: El resumen del Reino. Jesús confirma la conclusión del doctor y dice: “No estás lejos del Reino de Dios”  De hecho, el Reino de Dios consiste en reconocer que el amor hacia Dios es igual que el amor al prójimo. Pues si Dios es Padre, nosotros todos somos hermanos y hermanas y tenemos que demostrarlo en la práctica, viviendo en comunidad. «¡De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas!» (Mt 22,4) Los discípulos y las discípulas deben fijar en la memoria, en la inteligencia, en el corazón, en las manos y en los pies esta primera ley del amor: ¡sólo se llega a Dios a través del don total al prójimo!
 
• El primer mandamiento. El mayor y el primer mandamiento fue y será siempre: “amar a Dios con todo el corazón, con toda la inteligencia, y con todas las fuerzas” (Mc 12,30). En la medida en que el pueblo de Dios, a lo largo de los siglos, fue profundizando en el significado y en el alcance del amor a Dios, fue percibiendo que el amor de Dios sólo será real y verdadero, si se hace concreto en el amor al prójimo. Por esto, el segundo mandamiento que pide el amor al prójimo es semejante al primer mandamiento del amor a Dios (Mt 22,39; Mc 12,31). “Si alguien dijese “¡Amo a Dios!”, pero odia a su hermano, es un mentiroso” (1Jn 4,20). “Toda la ley los profetas dependen de estos dos mandamientos” (Mt 22,40).
 
A este respecto, los Ejercicios Espirituales de san Ignacio comienzan con una meditación sobre lo que Ignacio llama Principio y Fundamento. Dice en éste:
«El hombre es criado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor y, mediante esto, salvar su ánima; y las otras cosas sobre la haz de la tierra son criadas para el hombre, y para que le ayuden en la prosecución del fin para que es criado. De donde se sigue, que el hombre tanto ha de usar dellas, quanto le ayudan para su fin, y tanto debe quitarse dellas, quanto para ello le impiden. Por lo qual es menester hacernos indiferentes a todas las cosas criadas, en todo lo que es concedido a la libertad de nuestro libre albedrío, y no le está prohibido; en tal manera, que no queramos de nuestra parte más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y por consiguiente en todo lo demás; solamente deseando y eligiendo lo que más nos conduce para el fin que somos criados.» (EE, 23)
 
CANTO: Nadie te ama como Yo
Cuánto he esperado este momento
Cuánto he esperado que estuvieras así
Cuánto he esperado que me hablaras
Cuánto he esperado que vinieras a mí.
 
Yo sé bien lo qué has vivido
Yo sé bien por qué has llorado
Yo sé bien lo que has sufrido
Pues de tu lado no me he ido.
 
Pues nadie te ama como yo
Nadie te ama como yo
Mira la cruz
Esa es mi más grande prueba
Nadie te ama como yo
Pues nadie te ama como yo
Nadie te ama como yo
Mira la cruz
Fue por ti, fue porque te amo
Nadie te ama como yo.
 
Yo sé bien lo que me dices
Aunque a veces no me hablas
Sé bien lo que en tí sientes
Aunque nunca lo compartas
Yo a tu lado he caminado
Junto a ti yo siempre he ido
Y aún veces te he cargado
Yo he sido tu mejor amigo.
 
Pues nadie te ama como yo…
SILENCIO: Meditación para la reflexión personal
• Para ti, ¿qué es lo más importante en la religión y en la vida? ¿Cuáles son las dificultades para poder vivir aquello que consideras lo más importante?
 
• Jesús dijo al doctor: “No estás lejos del Reino de Dios”. Hoy, ¿estoy más cerca o más lejos del Reino de Dios que el doctor elogiado por Jesús?
ORACIÓN (TODOS)
Señor Dios nuestro, Padre amoroso:
Todo amor auténtico procede de ti y conduce a ti.
Tú te has entregado a nosotros
en una alianza de amor eterno
en la persona de Jesucristo.
Ayúdanos a responder a tu amor con todo nuestro ser
y a vivir tus mandamientos
no como leyes impuestas desde fuera sobre nosotros,
sino como oportunidades de amarte sincera y cordialmente
a ti y a los hermanos.
Te lo pedimos por medio de Jesucristo nuestro Señor.
 
Peticiones, ecos, acción de gracias
 
 
ORACION (TODOS)
Oh Dios y Padre nuestro:
Hemos aprendido de tu Hijo
no solamente a amar a otros
como nos amamos a nosotros mismos,
sino, si es necesario,
a amarlos más aún que a nosotros mismos.
Disponnos a alegrarnos con los que se sienten alegres y felices
y también a llorar con los tristes,
a cultivar lo mejor en nosotros mismos
y a ofrecerlo a los otros como don gratuito.
Ayúdanos a no acoger nunca a Cristo sin el pueblo
y, a la inversa, a nunca acoger al pueblo sin Cristo,
que es nuestro Señor y Salvador por todos los siglos.
PADRE NUESTRO (cantado)
Padre nuestro tú que estás
en los que aman la Verdad.
Haz que el Reino que por ti se dio
llegue pronto a nuestro corazón.
Y el amor que tu Hijo nos dejó, ese amor,
Esté ya con nosotros.
 
Y en el pan de la unidad
Cristo danos tú la paz.
Y olvídate de nuestro mal
si olvidamos el de los demás.
No permitas que caigamos en tentación, oh Señor.
Y ten piedad del mundo.
 
ORACIÓN COMUNITARIA.
Señor Jesucristo, imploramos tu protección e intercesión ante el Padre por toda la comunidad LGTBI, por todas aquellas personas que no se aceptan a sí mismas, que sufren en soledad, son perseguidas por su orientación sexual o su identidad de género y que no son comprendidas, ni aceptadas en su entorno más cercano. También te damos gracias y te pedimos por Crismhom, para que juntos construyamos tu Reino y seamos luz y faro en nuestra comunidad LGTBI de Madrid. Amén.
 
BENDICIÓN.
El Señor nos bendiga y nos guarde, nos muestre su rostro y tenga misericordia de nosotros, vuelva su rostro a nosotros y nos conceda la paz. El Señor nos bendiga, hermanas y hermanos. Amén.

 

 


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