2017-12-07. “Adviento, Tiempo de Esperanza”

Monición introductoria

El misterio de Adviento es un misterio de vaciamiento, de pobreza, de limitación. Debe ser así. De otro modo no podría ser un misterio de esperanza. El misterio de Adviento es un misterio de comienzo: pero también es el misterio de un fin. La plenitud del tiempo es el final de todo lo que todavía estaba incompleto, todo lo que todavía era parcial. Es el cumplimiento en unidad de todo lo que era fragmentario.
 
El misterio de Adviento en nuestras vidas es el comienzo del fin de todo lo que en nosotros no es todavía Cristo. Es el comienzo del fin de la irrealidad. Y eso, sin duda, es motivo de alegría. Pero por desgracia nos aferramos a nuestra irrealidad, preferimos la parte al todo, continuamos siendo fragmentos, no queremos ser ”un solo hombre en Cristo”.
 
El Cuerpo de Adán (“hombre”), que debería ser el Cuerpo del Amor de Dios, está desgarrado de odio. El Cuerpo de Adán, que debería estar transfigurado de luz, es un cuerpo de oscuridad y mentira. Lo que debería ser Uno en amor está dividido en millones de hostilidades frenéticas y asesinas. Pero sigue en pie el hecho: Cristo, el Rey de la Paz, ha venido al mundo y lo ha salvado. Ha salvado al Hombre, ha establecido Su Reino, y Su Reino es el reino de la Paz.
 
Adviento, para nosotros, significa aceptación de ese comienzo totalmente nuevo. Significa una disposición para hacer que la eternidad y el tiempo se encuentren no sólo en Cristo sino en nosotros, en el Hombre, en nuestra vida, en nuestro mundo, en nuestro tiempo. Si hemos de entrar en el comienzo de lo nuevo, debemos aceptar la muerte de lo viejo. El comienzo, pues, es el fin. Hemos de aceptar el fin, antes de poder empezar. O más bien, para ser más fieles a la complejidad de la vida, hemos de aceptar el final en el comienzo, ambos juntos.
                                                                       Thomas Merton, “Tiempos de Celebración”.
 
Canto. VEN, VEN, SEÑOR, NO TARDES           
VEN, VEN, SEÑOR, NO TARDES; 
VEN, VEN, QUE TE ESPERAMOS; 
 
VEN, VEN, SEÑOR, NO TARDES; 
VEN, PRONTO, SEÑOR. 
 
El mundo muere de frio, 
El alma perdio el calor; 
Los hombres no son hemanos , 
El mundo no tiene amor. 
 
Envuelto en sombria noche, 
El mundo sin paz no ve, 
Buscando va unaesperanza, 
Buscando, señor, tu fe. 
 
Al mundo le falta vida, 
Al mundo le falta luz, 
Al mundo le falta el cielo, 
Al mundo le faltas tu.
 
Porque necesitábamos esperanza
1- ¡GRACIAS, ADVIENTO, POR SER FUENTE DE ESPERANZA!
Cuando la perdemos, tú nos la devuelves redoblada.
Cuando nos  elevamos demasiado, nos haces valorar la pequeñez de cada persona. 
Cuando se cierran los caminos, tú nos abres otros tantos senderos
 
2- ¡GRACIAS, ADVIENTO, POR SER OÁSIS DE ESPERANZA!
Porque, cuando alzamos cumbres entre las personas, tú nos invitas a la fraternidad. Porque, cuando los corazones se endurecen, oportunamente pones tú la mano de la dulzura.
Porque, cuando surgen escollos y odios, invitas a mirar lo que en Dios nos une.
 
1- ¡GRACIAS, ADVIENTO, POR SER RIO DE ESPERANZA! 
Cuando corren vientos de enemistad, la proximidad de Jesús siempre ofrece una mano.
Cuando bajan aguas de tormenta, la paz del cielo calma toda tempestad. 
Cuando se borra toda huella del infinito, tu presencia nos hace buscar y mirar hacia la estrella.
 
2-¡GRACIAS, ADVIENTO, POR SER SURTIDOR DE ESPERANZA!
Si andamos perdidos, el Señor sale a nuestro encuentro.
Si nos sentimos solos, Dios reconocerá nuestros nombres.
Si nos encontramos sin horizontes, el Señor nos empuja hacia el futuro.
Si no encontramos sentido a las cosas, el Espíritu nos ilumina con sabiduría.
 
1- ¡GRACIAS, ADVIENTO, POR SER LLAMADA A LA ESPERANZA!
Ya puede estar el mundo desorientado, que tú le abrirás una ventana con respuestas.
Ya puede estar el hombre errante, tú le conducirás hacia la meta deseada.
 
2- ¡GRACIAS, ADVIENTO! ¡TE ESPERÁBAMOS!
Andamos escasos de esperanza y llenos de problemas.
Ayúdanos a ser camino por el que venga Jesús.
Ayúdanos a vigilar el gran castillo de nuestro corazón.
Ayúdanos para allanar y acondicionar caminos torcidos.
Ayúdanos para que, con María, recibamos al Grande que será pequeño
 
¡GRACIAS, ADVIENTO!
 
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos. (Mc, 1,1-8)
Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. Está escrito en el Profeta Isaías: 
«Yo envío mi Mensajero delante de Ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: Preparadle el camino al Señor, allanad sus senderos.» Juan bautizaba en el desierto y predicaba que se bautizaran y convirtieran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados y él les bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que pueda más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.»                                                                    Palabra de Dios.
 
Canto. VAMOS A PREPARAR EL CAMINO DEL SEÑOR
VAMOS A PREPARAR EL CAMINO DEL SEÑOR,
VAMOS A CONSTRUIR LA CIUDAD DE NUESTRO DIOS.
 
VENDRÁ EL SEÑOR CON LA AURORA,
EL BRILLARÁ EN LA MAÑANA, PREGONARÁ LA VERDAD.
 
VENDRÁ EL SEÑOR CON SU FUERZA,
EL ROMPERÁ LAS CADENAS, EL NOS DARÁ LA LIBERTAD.
 
1. El estará a nuestro lado, Él guiará nuestros pasos,
Él nos dará la salvación.
Nos limpiará del pecado, ya no seremos esclavos,
Él nos dará la libertad.
 
2. Visitará nuestras casas, nos llenará de esperanza,
Él nos dará la salvación.
Compartirá nuestros cantos, todos seremos hermanos,
Él nos dará la libertad.
 
3. Caminará con nosotros, nunca estaremos ya solos,
Él nos dará la salvación.
Él cumplirá la promesa, y llevará nuestras penas,
Él nos dará la libertad.
 
Para meditar….Días de espera y esperanza.
Una nota fundamental del Adviento es, por tanto, la de la espera; pero una espera que el Señor viene a convertir en esperanza. La experiencia nos muestra que nos pasamos la vida esperando: cuando somos niños queremos crecer; en la juventud aspiramos a un amor grande, que nos llene; cuando somos adultos buscamos la realización en la profesión, el éxito determinante para el resto de nuestra vida; cuando llegamos a la edad avanzada aspiramos al merecido descanso. Sin embargo, cuando estas esperanzas se cumplen, o también cuando naufragan, percibimos que esto, en realidad, no lo era todo. Necesitamos una esperanza que vaya más allá de lo que podemos imaginar, que nos sorprenda. Así, aunque existen esperanzas más o menos pequeñas que día a día nos mantienen en camino, en realidad, sin la gran esperanza -la que nace del Amor que el Espíritu Santo ha puesto en nuestro corazón y aspira a ese Amor-, todas las demás no bastan. El Adviento nos anima a preguntarnos ¿qué esperamos? ¿cuál es nuestra esperanza? O, más en profundidad, ¿qué sentido tiene mi presente, mi hoy y ahora? «Si el tiempo no está lleno de un presente cargado de sentido la espera puede resultar insoportable; si se espera algo, pero en este momento no hay nada, es decir, si el presente está vacío, cada instante que pasa parece exageradamente largo y la espera se transforma en un peso demasiado grande, porque el futuro es del todo incierto. En cambio, cuando el tiempo está cargado de sentido, y en cada instante percibimos algo específico y positivo, entonces la alegría de la espera hace más valioso el presente» 
 
Oración. «Señor, esperamos en Ti»
Señor, esperamos en Ti, porque confiamos en tu Palabra. Esperamos en Ti, porque el Espíritu alienta esa esperanza. Esperamos en Ti, porque queremos ser testigos entre los hombres de que hay una razón para vivir… Señor, que nuestra esperanza sea viva, vigilante, perseverante, activa y transformadora del mundo… Haznos, Señor, sensibles a las esperanzas de los humanos; que comprendamos a los pobres y a los que no tienen esperanza alguna. Que luchemos junto con los que luchan por la justicia. Que la esperanza en Ti, nos ponga al servicio de todos tus hijos. A m é n. 
 
BREVE ESPACIO PARA COMPARTIR
(Reflexiones, peticiones y acción de gracias)
 
PADRE NUESTRO
 
ORACIÓN COMUNITARIA
Señor Jesucristo, imploramos tu protección e intercesión ante el Padre por toda la comunidad LGTBI, por todas aquellas personas que no se aceptan a sí mismas, que sufren en soledad, son perseguidas por su orientación sexual o su identidad de género y que no son comprendidas ni aceptadas en su entorno más cercano. También te damos gracias y te pedimos por Crismhom, para que juntos construyamos tu Reino y seamos luz y faro en nuestra comunidad LGTBI de Madrid.
Amén.
 
Intención especial mes de diciembre. (1 de diciembre día Mundial de la lucha contra el SIDA)
 
1- Padre, en este día, en que el mundo celebra la lucha internacional contra el sida; Te pedimos por todas aquellas personas que han fallecido, en muchos casos solas, abandonadas y repudiedas por tener esta enfermedad. Te pedimos por todos los hermanos y hermanas que en la actualidad, viven con el virus del VIH.
Te pedimos para que todos los paises sean conscientes de proporcionar el tratamiento adecuado, que les de una calidad de vida y que la sociedad no margine y rechace a nadie por ser seropositiv@.
 
2- Señor te pedimos que prepares nuestro corazón, el de nuestras familias y amigos en estas semanas de Adviento para Tu venida en la celebración de la Navidad.
Te pedimos  por la nueva evangelización para que todos tus hijos e hijas vuelvan a Ti, crean en Ti y  en el evangelio. Ayúdanos a perdonar, a no juzgar, a compartir  y en este tiempo de espera poder vivir en paz unidos a Ti.
 
BENDICIÓN                                                                                                       
Que el Señor nos bendiga y nos proteja. Que el Señor nos muestre su rostro, tenga misericordia de nosotros y nos conceda la paz. Así invocaremos el nombre del Señor y Él nos bendecirá.
Amén.
 
 

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