2016-11-17 “Confía… Todo va a ir bien”

Monición introductoria

Muchas veces nos sentimos con un gran peso en nuestras vidas, dificultades por doquier, problemas en el trabajo, unas pobres finanzas que no alcanzan y sinfín de situaciones que ponen todo nuestro mundo de cabeza. En esos momentos es cuando más nos desesperamos y nos encontramos como listos para «tirar la toalla», listos para abandonar nuestros sueños que los vemos mermados ante tantos conflictos. Como el Salmista quisiéramos decir: «Cuando pienso que voy a resbalar, tu misericordia, Señor, me sostiene» (Salmo 94,18) y conseguir esa confianza que a veces damos por perdida. Es por ello que para esos momentos, te invito a que hagas este pequeño ejercicio de diálogo con Dios y con ello logres activar nuevamente esa confianza firme que todos buscamos: Confía….Todo va ir bien.

Canto: Muévete en mi

 

Plena confianza en el Señor (Salmo 31)

1 Señor, en ti busco protección;
¡no me defraudes jamás!
¡Ponme a salvo, pues tú eres justo! Dígnate escucharme; ¡date prisa, líbrame ya!

2 Sé tú mi roca protectora,
¡sé tú mi castillo de refugio y salvación!

¡Tú eres mi roca y mi castillo! ¡Guíame y protégeme; haz honor a tu nombre!

1¡Sácame de la trampa que me han tendido, pues tú eres mi protector!
En tus manos encomiendo mi espíritu;
¡rescátame, Señor, Dios de la verdad!

2 Odio a los que adoran ídolos inútiles.
He puesto mi confianza en el Señor.
Tu amor me trae gozo y alegría.

1 Tú has visto mis tristezas,
conoces mis aflicciones; no me entregaste en manos del enemigo;
¡me hiciste poner pie en lugar seguro!

2 Señor, ten compasión de mí,
pues estoy en peligro.
El dolor debilita mis ojos,

mi cuerpo, ¡todo mi ser!                                                                                                    

1 ¡El dolor y los lamentos
acaban con los años de mi vida!
La tristeza acaba con mis fuerzas;
¡mi cuerpo se está debilitando!

2 Soy el hazmerreír de mis enemigos,
objeto de burla de mis vecinos,
horror de quienes me conocen.
¡Huyen de mí cuantos me ven en la calle!

1 Me han olvidado por completo,
como si ya estuviera muerto.
Soy como un jarro hecho pedazos.

2 Puedo oír que la gente cuchichea:
«Hay terror por todas partes.»
Como un solo hombre, hacen planes contra mí;

¡hacen planes para quitarme la vida!

1 Pero yo, Señor, confío en ti;
yo he dicho: « ¡Tú eres mi Dios!»
Mi vida está en tus manos;
¡líbrame de mis enemigos, que me persiguen!

2 Mira con bondad a este siervo tuyo,
y sálvame, por tu amor. A ti clamo, Señor;

¡no me hundas en la vergüenza!

1 ¡Hunde en la vergüenza a los malvados;

húndelos en el silencio del sepulcro!

Queden en silencio los labios mentirosos,

que hablan con burla y desprecio,  y ofenden al hombre honrado.

 2 ¡Qué grande es tu bondad para aquellos que te honran!
La guardas como un tesoro
y, a la vista de los hombres,
la repartes a quienes confían en ti.

1 Con la protección de tu presencia
los libras de los planes malvados del hombre;

bajo tu techo los proteges
de los insultos de sus enemigos.

2 Bendito sea el Señor, que con su amor
hizo grandes cosas por mí
en momentos de angustia. En mi inquietud llegué a pensar
que me habías echado de tu presencia;
pero cuando te pedí ayuda,
tú escuchaste mis gritos.

1 Amen al Señor, todos sus fieles.
El Señor cuida de los sinceros,

pero a los altaneros les da con creces su merecido. 

Den ánimo y valor a sus corazones todos los que confían en el Señor.

 

Lectura del Santo Evangelio según San Lucas (12,22-31)

“Dios cuida de sus hijos”

Después dijo Jesús a sus discípulos: «Esto les digo: No se preocupen por lo que han de comer para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. La vida vale más que la comida y el cuerpo más que la ropa .Fíjense en los cuervos: no siembran ni cosechan, ni tienen granero ni traje; sin embargo, Dios les da de comer. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves! Y en todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora? Pues si no pueden hacer ni aun lo más pequeño, ¿por qué se preocupan por las demás cosas? Fíjense cómo crecen los lirios: no trabajan ni hilan. Sin embargo, les digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo, se vestía como uno de ellos.  Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¡cuánto más habrá de vestirlos a ustedes, gente falta de fe!  Por tanto, no anden afligidos, buscando qué comer y qué beber.  Porque todas estas cosas son las que preocupan a la gente del mundo, pero ustedes tienen un Padre que ya sabe que las necesitan. Ustedes pongan su atención en el reino de Dios y recibirán también estas cosas.                                                                                                                                            

Palabra del Señor.                                         

 

 

 

Reflexión (Mensaje de Jesús)

¿Por qué te confundes y te agitas ante los problemas de la vida?

Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te irá mejor. Cuando te abandones en mí todo se resolverá con tranquilidad según mis designios.

No te desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos. Cierra los ojos del alma y dime con calma. Jesús, yo confío en Ti.

Evita las preocupaciones, angustias y los pensamientos sobre lo que pueda suceder después. No estropees mis planes, queriéndome imponer tus ideas. Déjame ser Dios y actuar con libertad.

Abandónate confiadamente en mí. Reposa en mí y deja en mis manos tu futuro. Dime frecuentemente: Jesús, yo confío en ti.

Lo que más daño te hace es tu razonamiento y tus propias ideas y querer resolver las cosas a tu manera. Cuando me dices: Jesús, yo confío en Ti, no seas como el paciente que le pide al médico que lo cure, pero le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo, yo te Amo.

Si crees que las cosas empeoraron o se complican a pesar de tu oración sigue confiando. Cierra los ojos del alma y confía. Continúa diciéndome a toda hora Jesús, yo confío en Ti. Necesito las manos libres para poder obrar. No me ates con tus preocupaciones inútiles, s6.atanás quiere eso: agitarte, angustiarte, quitarte la paz. Confía sólo en mí abandonándote en mí. Así que no te preocupes, echa en mí todas tus angustias y duerme tranquilamente. Dime siempre: Jesús, yo confío en Ti  y verás grandes milagros. Te lo prometo por mi amor.                    
                                                                                                                                                       Jesús

 

 

Canto: Pongo mi vida en tus manos.

 

Tiempo de Silencio

 

El silencio interior es muy difícil de conseguir, pero hay que hacer el esfuerzo. En silencio encontramos nueva energía y una unión verdadera. Tendremos la energía de Dios para hacer bien todas las cosas, así como la unidad de nuestros pensamientos con Sus pensamientos, de nuestras oraciones con Sus oraciones, la unidad de nuestros actos con Sus actos, de nuestra vida con Su vida. La unidad es el fruto de la oración, de la humildad, del amor. Dios nos habla en el silencio del corazón. Si estás frente a Dios en oración y silencio, Él te hablará; entonces sabrás que no eres nada. Y sólo cuando comprendemos nuestra nada, nuestra vacuidad, Dios puede llenarnos de Sí mismo. Las almas de oración son almas de gran silencio.  

(Madre Teresa de Calcuta, “El amor más grande”).                                                                                                                                              

 

 

 

BREVE ESPACIO PARA COMPARTIR

(Reflexiones, peticiones y acción de gracia)

 

 

PADRE NUESTRO

 

 

ORACIÓN COMUNITARIA

Señor Jesucristo, imploramos tu protección e intercesión ante el Padre por toda la comunidad LGTB, por todas aquellas personas que no se aceptan a sí mismas, que sufren en soledad, son perseguidas por su orientación sexual o su identidad de género y que no son comprendidas, ni aceptadas en su entorno más cercano. También te damos gracias y te pedimos por Crismhom, para que juntos construyamos tu Reino y seamos luz y faro en nuestra comunidad LGTB de Madrid. Amén.

 

BENDICIÓN                                                                                                                                                                                     

Que el Señor nos bendiga y nos proteja. Que el Señor nos muestre su rostro, tenga misericordia de nosotros y nos conceda la paz. Así invocaremos el nombre del Señor y Él nos bendecirá.

 

Canto: Todo va a ir Bien.


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