2016-06-23 Si alguno quiere ser el primero…

…que se haga el último y el servidor de todos.

 

¿Cuántas veces, Señor, te damos la espalda y nos alejamos de Ti? Aquí estamos, dolidos de corazón, pero profundamente esperanzados en tu inmenso amor y misericordia. Danos la fuerza para seguir el camino de la vida con los ojos siempre fijos en Ti, que eres todo amor y perdón.

Señor, puestos en tu presencia, queremos disponer nuestros corazones para este momento de oración. Envíanos Tu Espíritu Santo para que nos ilumine y abra nuestra mente y nuestro corazón a todo lo que Tú nos quieras decir hoy. Gracias, Señor, por alimentarnos con Tu Palabra

 

Canto:     Bendigamos al Señor

 

Bendigamos al Señor,
Dios de toda creación,
por habernos regalado su amor.
Su bondad y su perdón
y su gran fidelidad,
por los siglos de los siglos durarán.

 

Estribillo:
El espíritu de Dios
hoy está sobre mí,
y es quien me ha ungido
para proclamar
la buena nueva
a los más pobres,
la gracia de su salvación.

(2 veces).

Enviado con poder,
y en el nombre de Jesús,
a sanar a los enfermos
del dolor,
a los ciegos dar visión,
a los pobres la verdad
y a los presos y oprimidos
libertad.

Estribillo.

Con la fuerza de su amor,
y de la resurrección,
anunciamos llega ya
la salvación,
que ni el miedo ni el temor,
ni la duda o la opresión,
borrarán la paz
de nuestro corazón.

 

Oración inicial (todos)

 

 

Señor, quiero ser el primero de todos, ¿¡quién no!? Ahora, eso sí, las condiciones que me pones no siempre me vienen bien, es más, me ponen a prueba en cada decisión, en cada juicio, en cada paso que doy. Ser el último de todos en un mundo en el que todos queremos ser los primeros, en el que nadie quiere perder baza, en el que los últimos son siempre los últimos, en el que para ser alguien parece que es necesario y obligatorio tener de todo, no renunciar a nada y aparecer el primero en todas las listas…ser el último ¡es tan difícil y exige tanto! Y no sólo me pides ser el último, sino ser además el servidor y no sólo ser servidor, sino ser servidor de todos. Reconozco que servir me cuesta, pero me gusta. Me llena, me reconforta, me realiza… pero lo de “a todos”, ¡es tan complicado y comprometido! Señor, te pido que me hagas último y servidor de todos, que me hagas pequeño o que me des la capacidad de hacerme pequeño. Señor, gracias por invitarme cada día, a pesar de mis resistencias y debilidades, a ser el último y regidor de todos, como Tú, Señor.

Amén

 

 

Salmo 99

Alegría de los que entran en el templo

 

1  Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores.

2  Sabed que el Señor es Dios:
que El nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.

1  Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre:

2   «El Señor es bueno, 
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades».

 

Canto: Siervo por Amor

 

Una noche de sudor, en una barca en pleno mar,

mientras el día amanece ya, aún tus redes vacías están.

Pero la voz que te llama, otro mar te enseñará,

y a la orilla de sus corazones sus redes lanzará.

 

Ofreces toda tu vida, como María al pie de la cruz,

y serás siervo de todo hombre,

siervo por amor, sacerdote de la humanidad.

 

 

Avanzaba en el silencio y entre lágrimas esperaba

que la semilla antes esparcida cayera sobre tierra fértil.

De fiesta está tu corazón, porque el trigo que ondea ya,

ha madurado bajo el sol y se puede almacenar.

 

Ofreces toda tu vida, como María al pie de la cruz,

y serás siervo de todo hombre,

siervo por amor, sacerdote de la humanidad.

 

 

Lectura del santo Evangelio según San Marcos (9,30-37)

 

Se marcharon de allí y se desplazaban por Galilea. Jesús quería que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Y les decía: «El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo harán morir, pero tres días después de su muerte resucitará.» De todos modos los discípulos no entendían lo que les hablaba y tenían miedo de preguntarle qué quería decir. Llegaron a Cafarnaúm y una vez en casa, Jesús les preguntó: «¿De qué venían discutiendo por el camino?» Ellos se quedaron callados, pues habían discutido entre sí sobre quién era el más importante de todos. Entonces se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Si alguno quiere ser el primero, que se haga el último y el servidor de todos.» Después tomó a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: «El que recibe a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe, no me recibe a mí, sino al que me ha enviado.»

Palabra del Señor

 

 

Reflexión del Padre Christian Vinces Los discípulos van caminando con Jesús y su fe va madurando en su relación con Él.  Muchas veces no le entendían y Jesús, como Maestro comprometido con sus discípulos, les fue mostrando el estilo de vida evangélico.  Hoy vemos a Jesús que anuncia su Pasión a sus amigos y ellos, sin entender nada se ponen a discutir sobre quién era el mayor.

 

Cuántas veces nosotros también podemos ser así con Jesús: testarudos, que comprendemos poco sus palabras, que buscamos los primeros puestos, ser los mayores entre otros hermanos.  Sin embargo, Jesús mismo, como Dulce Maestro, se encarga de corregir a sus discípulos: “Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”.

De esto nos dio ejemplo el mismo Cristo, no sólo con sus palabras, sino con su propia vida, al hacerse siervo que lavó los pies de sus discípulos y dar su vida por todos en la Cruz.  Dejémonos educar por Jesús, seamos sinceros y en el silencio de nuestro corazón reconozcamos todas nuestras inclinaciones a la soberbia, de ser los primeros a los ojos del mundo para purificarlas y hacer vida en nosotros la actitud de servidores humildes que sólo buscan dar su vida por la causa del Evangelio como su Maestro Crucificado y Resucitado.

 

Quiero ser servidor de todos (todos)

 

Jesús, Tú me enseñas que para seguir tus pasos hay que servir a los demás. Ayúdame a ser servicial, a preocuparme por los demás, a vivir pensando en ellos.

Enséñame a ayudar a ser generoso y abierto, a estar siempre dispuesto para dar una mano.

Quiero dar muchos frutos de buenas acciones. Quiero ser solidario y amar a los demás con gestos, hechos y actitudes, no sólo con palabras. Ayuda a que mi semilla pueda dar muchos frutos de cosas buenas.

Marcelo A. Murúa

 

Canto:    ¿Qué te puedo dar?

 

¿Qué te puedo dar
que no me hayas dado Tú?
 
¿Qué te puedo decir que no me  
hayas dicho Tú?
 
¿Qué puedo hacer por Ti,
si yo no puedo hacer nada?
 

Si yo no puedo hacer nada
si no es por Ti, Señor.
 
TODO LO QUE SÉ,
 
TODO LO QUE SOY,

TODO LO QUE TENGO ES TUYO. (BIS)

 

 Tiempo de silencio

(Haz silencio en tu interior y pregúntate)

 

1.- ¿En qué momentos veo que se manifiesta en mí la intención de buscar los primeros puestos a los ojos del mundo?

 

2.- ¿Cómo son las relaciones en nuestra comunidad? ¿Cuándo tenemos alguna función es para hacernos servidores o para ostentar un cargo y sentirnos importantes?

 

3.- ¿Dónde y cómo nos pide el Señor que seamos servidores de los demás?

 

BREVE ESPACIO PARA COMPARTIR

(Reflexiones, peticiones y acción de gracia)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PADRE NUESTRO

 

 

 

ORACIÓN COMÚN

Señor Jesucristo, te pedimos tu protección e intercesión ante el Padre por toda la comunidad LGTB, por todas aquellas personas que sufren en la soledad, que se sienten solas, que son perseguidas, que no son  aceptadas en su entorno más cercano. Te damos también gracias y pedimos por CRISMHOM, para que juntos construyamos Tu Reino y seamos luz y faro de nuestra comunidad LGTB de Madrid

Amen

 

BENDICIÓN

 

Que el Señor nos bendiga y nos proteja. Que el Señor nos muestre su rostro, tenga misericordia de nosotros y nos conceda la paz. Así invocaremos el nombre del Señor y Él nos bendecirá.

 

Amen

 


 

 

Siervo por Amor

 

Una noche de sudor, en una barca en pleno mar,

mientras el día amanece ya, aún sus redes

vacías están.

Pero la voz que te llama, otro mar te enseñará

a la orilla de sus corazones, sus redes lanzará.

 

Ofrece toda tu vida

Como María al pie de la cruz:

 

Y serás, siervo de todo hombre,

siervo por amor, sacerdote de la humanidad.

 

Avanzaba en el silencio, entre lágrimas esperaba

que la semilla antes esparcida, cayera sobre

tierra fértil.

 

De fiesta está tu corazón, porque el trigo que ondea.

Ya ha madurado bajo el sol y se puede

almacenar.

 

Ofrece toda tu vida

Como María al pie de la cruz:

 

Y serás, siervo de todo hombre,

siervo por amor, sacerdote de lahumanidad.

 

 

 

 


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