2015-08-20 Querido Bernardo: Santidad, Sexualidad, Amor de Dios

Una vez más se cumple aquello que dice: “Las Gracias de Dios se reciben para ser compartidas”. Las últimas fechas que me han dado para hacer oraciones han sido fechas de santos a los que tengo especial cariño y son importantes en mi vida, así que no les extrañe que vuelva a tocar el tema de la santidad. Hoy estoy aquí para compartirles el regalo de este “caricia” que Dios hizo, aquel y otros días, a mi alma a través de este servicio. 

Pero primero… Bendigamos al Señor! 

 Hoy se celebra a San Bernardo en la Iglesia Católica y Anglicana. San Bernardo es, cronológicamente, el último de los Padres de la Iglesia (grupo de pastores y escritores eclesiásticos de los primeros siglos del cristianismo, cuyo conjunto doctrinal es considerado testimonio de la fe y de la ortodoxia en la Iglesia católica), pero es uno de los que más impacto ha tenido en ella. Nació en Francia en el año 1.090, en el Castillo Fontaines-les-Dijon. Sus padres eran los señores del Castillo y fue educado junto a sus siete hermanos como correspondía a la nobleza, recibiendo una excelente formación en latín, literatura y religión. Murió en 1153. Fue declarado Santo en 1.173 . Posteriormente, fue declarado Doctor de la Iglesia. Fue el gran impulsor y propagador de la Orden Cisterciense y el hombre más influyente, a nivel político, del siglo XII en Europa. Fundador del Monasterio Cisterciense del Claraval y de muchos otros. Tras su conversión su entusiasmo hizo que la conversión llegara a toda su familia quienes ingresaron en órdenes religiosas. Fueron LA FAMILIA QUE ALCANZO A CRISTO. Sus dotes de oratoria lo convirtieron, en vida, en el doctor melifluo ya que sus palabras tenían el poder de conmover los corazones hacia las realidades espirituales (es el patrono de los apicultores). Esas dotes fueron utilizadas por la Iglesia Católica en cuestiones de mediaciones y de política. Fue él quien apoyo la creación de la Orden de los Templarios y creo su regla (muy similar a la regla Cisterciense), evitó un cisma cuando en su época se instituyeron dos papados, fue el predicador de la segunda cruzada que tuvo muy mal fin y defendió que, a pesar de su amor por la Virgen María, esta no necesitaba “falsos títulos sin fundamento” como la INMACULADA CONCEPCIÓN.

Creo que, como lo hacía Bernardo, la Santidad es la Gracia  de Dios encarnada en un hombre para ser compartida, en el tiempo, con sus hermanos e hijos de Dios. Una Iluminación que atraviesa un alma convirtiéndola en un diamante que desfragmenta esa Luz en colores que iluminan su alrededor. Pero ese diamante es originalmente un trozo de carbón que la Gracia va limpiando, puliendo y cincelando. Lo único que se pide al alma es un: Si, Aquí estoy.

Salmo 39,5.7-8a.8b-9.10 (TODOS … sin prisas y escuchando)

 Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad

Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor,

y no acude a los idólatras, que se extravían con engaños.

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y, en cambio, me abriste el oído;

no pides sacrificio expiatorio, entonces yo digo: «Aquí estoy.»

–Como está escrito en mi libro– «para hacer tu voluntad».

Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas.

He proclamado tu salvación ante la gran asamblea;

No he cerrado los labios: Señor, tú lo sabes. 

Canción: Al Amor mas sincero

Se ha criticado a los santos por esa tendencia tan humana que tenemos de idolatrar. Pero nos olvidamos que, primeramente, los humanos idolatramos nuestros esquemas de creencias, nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestros miedos, nuestros seres queridos, nuestra vida, etc, etc etc. Colocamos todo ello en el lugar que solo Dios debe estar dirigiendo nuestra vida. Y un santo no es nada más que un hombre o mujer que, simplemente, ha dicho SI a un camino de conversión sin idolatrias. A un camino de dejar de ser carbón e ir descubriéndose diamante,  dejándose atravesar por la Luz de Dios a través de su Gracia. No son infalibles ni son Dios y, justamente, sus restos de carbón son lo que los convierten en AMIG@S porque podemos ver allí, no solo su proceso de transfiguración, sino su propia humanidad tan nuestra.

Bernardo no creyó y predicó en contra de un dogma que la iglesia católica, siete siglos después, promulgo como dogma de fe; promulgo y escribió la regla  de una orden religiosa que la iglesia católica recibió como un regalo de Dios y, dos siglos después, la misma iglesia trato como herejía; promulgo y alentó, a pedido de la iglesia, a una Segunda Cruzada que fue sanguinaria y un fracaso total. Pero también hizo fructificar la Orden a la que pertenecí y ayudo en mi camino, escribió sermones que hasta hoy son de edificación del alma de millones de cristianos, ayudo a la conversión de miles de almas de su tiempo (algunas de ellas creadoras del Cristo de San Damiano que preside nuestras reuniones) y hasta de su propia familia, alcanza a hoy Gracias de Dios  a sus amig@s.

Un alma que aprendió lo más importante: escuchar a Dios y reflejar ese amor con un SI, aquí estoy!.  Que escribió con extrema dulzura la unión de la naturaleza, la mente, las emociones  y el ser con Dios en una unión de Esposos. Que con total abandono escribió: «Mi gran deseo es ir a ver a Dios y a estar junto a Él. Pero el amor hacia mis discípulos me mueve a querer seguir ayudándolos. Que el Señor Dios haga lo que a Él mejor le parezca».

Pues escuchemos y meditemos en silencio!

Vídeo: Serie Amig@s Querdid@s : Bernardo de Claraval

Meditación y silencio    10´. Ecos,  Peticiones y acciones de gracias. Padre Nuestro     

Permitidme una última reflexión. Hace 8 años que estoy en este país y he conocido varios casos de personas que desearon ingresar en el orden sagrado y fueron rechazadas por su orientación sexual. Al no ser mi experiencia, el escuchar que esto sucede en la búsqueda de Dios, me conduele En el título de esta oración coloque SEXUALIDAD. Creo en Dios y creo en la santidad. Dios me dio un cuerpo, un templo donde El habita en espíritu y en la verdad. Ese mismo cuerpo posee sexualidad y Dios me ha dado el don de expresarla a través de la sexualidad LGTB + H. Esa sexualidad es la que me ayuda a desarrollar la afectividad y la espiritualidad: con palabras, emociones, actos concretos de amor hacia mí mismo y mis herman@s de este mundo. Si algo enseña los sermones de Bernardo es que hay que acompañar nuestra naturaleza para llevarla a su mejor esplendor: ser reflejo del Amor de Dios. Y si algo aprendí de los cistercienses en mi país, de la vida religiosa y de mi propia vocación ha sido que todo aquello a lo que dije SI a Dios, Él lo ha iluminado y ha sacado sus verdaderos colores. Sé que mi sexualidad, sin represión y sin idolatrías, es una herramienta que me lleva a mi Dios y me santifica en Él. Creo que se puede desarrollar  la santidad, fuera y dentro de la pareja LGTB, sin sacrificios ni holocaustos,  como también hay solteros y parejas heterosexuales que llegaron a ser santos fuera de la vida religiosa. No idolatremos discursos de otr@s. Escuchemos la voz de Dios. “Nada puede separarnos del Amor de Cristo”

Oración LGTBH + H Crismhom. 

Bendición: Que el Señor nos bendiga y nos proteja. Que el Señor nos muestre su rostro, tenga misericordia de nosotros y nos conceda la paz. Así invocaremos el nombre del Señor y Él nos bendecirá.

Canto despedida: Salve Regina


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