Entrada. ¿Quién es Jesús para mí? Esta es la pregunta esencial de nuestra vida; como también es esencial la respuesta; en realidad nos pasa como a los de Emaús, que no lo sabemos decir, no lo vemos claro, o quizá podemos dar una respuesta rápida, vaga y vacía, cualquier respuesta irreflexiva. No sabemos qué contestar en realidad; pero nuestro corazón sí que lo sabe, sí que lo sabemos, pues “¿no ardía nuestro corazón, cuando nos hablaba? ¡Sí era Él, era el Cristo de Dios!
Le reconocemos en el hermano, en la oración, cuando entramos en el dialogo silencioso, en la música callada, en la suave brisa que pasa, en la comunión con los hermanos, en la fracción del pan.
Calla y escucha, escúchate, que estás habitado, que el Rey vive en su palacio, que eres tú mismo.
Hay otra pregunta, ¿Quién soy yo para Jesús?, una pregunta enorme, pero no la formules, que tu corazón sabe la respuesta. Ese pobre corazón que es tu amor, sabe la respuesta desde siempre, la sabe en el elocuente silencio habitado, en tu silencio.
En esta tarde en que se pone el sol, esperamos un nuevo amanecer, un nuevo sol de la mañana. Volverá la Luz, el pueblo que camina en las tinieblas verá una Luz Grande.
Canto
Cuánto he esperado este momento,
cuánto he esperado que estuvieras aquí.
Cuánto he esperado que me hablaras.
Cuánto he esperado que vinieras a mí.
Yo sé bien lo que has vivido,
yo sé bien por qué has llorado,
yo sé bien por qué has sufrido,
pues de tu lado no me he ido.
Pues nadie te ama como yo,
pues nadie te ama como yo.
Mira la cruz, esa es mi más grande prueba.
Nadie te ama como yo,
nadie te ama como yo.
Mira la cruz, fue por ti, fue porque te amo.
Nadie te ama como yo.
Yo sé bien lo que me dices,
aunque a veces no me hablas.
Yo sé bien lo que en ti sientes,
aunque nunca lo compartas.
Yo a tu lado he caminado,
junto a ti, yo siempre he ido,
aun a veces te he cargado.
Yo he sido tu mejor amigo.
Pues nadie te ama como yo…
1ª.Lectura Un hijo de hombre: Daniel 7,13-14
Yo seguía mirando, y en la visión nocturna vi venir a alguien, sobre las nubes del cielo
un hijo de hombre. Que se dirigió al Anciano y fue presentado ante él.
Le dieron poder, honor y reino, y todos los pueblos y naciones le servían.
Su poder es eterno y nunca pasará, y su reino no será destruido.
(Corto tiempo de silencio)
2ª Lectura: Jesus el Hijo del Hombre: Marcos, 8, 27-38
Salió Jesús son sus discípulos hacia los pueblos de Cesaréa de Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que soy yo?”
Ellos le dijeron: “Unos, que Juan el Bautista; otros que Elías; otros que uno de los profetas”. Y él les preguntaba: “¿Y vosotros, quien decís que soy yo? Pedro le contesta: “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.”
(Corto tiempo de silencio)
3ª Lectura: Jesus el Hijo de Dios, Mesías: Juan 10,22-42
…Era invierno, y en Jerusalem celebraban la fiesta en que se conmemoraba la dedicación del templo.
Jesus estaba en el templo, paseando por el pórtico de Salomón. Los judíos le rodearon y le preguntaron: -¿Hasta cuándo nos vas a tener en dudas? Si tú eres el Mesías, dínoslo de una vez.
Jesús les contestó: Ya os lo he dicho y no me habéis creído. Las cosas que hago con la autoridad de mi Padre, lo demuestran claramente; pero vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas reconocen mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y jamás perecerán ni nadie me las quitará. Lo que el Padre me ha dado es más grande que todo, y nadie se lo puede quitar. El Padre y yo somos uno solo.
Los judíos volvieron a coger piedras para tirárselas, pero Jesús les dijo:
-Por el poder de mi Padre he hecho muchas cosas buenas delante de vosotros: ¿Por cuál de ellas me vais a apedrear?
Los judíos le contestaron:
-No vamos a apedrearte por ninguna cosa buena que hayas hecho, sino porque tus palabras son una ofensa contra Dios. Tú que no eres más que un hombre, te haces Dios a ti mismo.
Jesús les respondió:
-En vuestra ley está escrito:” Yo dije que sois dioses”. Sabemos que no se puede negar lo que dice la Escritura, y Dios llamó dioses a aquellos hombres a quienes dirigió un mensaje. Y si Dios me apartó a mí, y me envió al mundo, ¿cómo podéis decir que le he ofendido por haber dicho que soy Hijo de Dios? Si no hago las obras que hace mi Padre, no me creáis. Pero si las hago, creed en ellas aunque no creáis en mí, para que de una vez por todas, sepáis que el Padre está en mí y yo en el Padre.
De nuevo quisieron apedrearle, pero Jesús se escapó de sus manos.
Regresó Jesús al lado oriental del Jordán, y se quedó allí, en el lugar donde Juan había estado antes bautizando. Muchos fueron a verle y decían:
Ciertamente, aunque Juan no hizo ninguna señal milagrosa, todo lo que decía de este hombre era verdad.
Muchos creyeron en Jesús en aquel lugar.
Meditación y silencio 10´
Intervenciones y palabras personales
Peticiones y acciones de gracias
Canto: Junto a ti al caer de la tarde, (negro espiritual)
Junto a ti al caer de la tarde,
y cansados de nuestra labor,
te ofrecemos con todos los hombres
el trabajo, el descanso, el amor.
Con la noche las sombras nos cercan
y regresa la alondra al hogar;
nuestro hogar son tus manos, oh Padre
y tu amor nuestro nido será.
Cuando al fin nos recoja tu mano
para hacernos gozar de tu paz,
reunidos en torno a tu mesa
nos darás la perfecta hermandad.
Te pedimos Señor que nos nutras
con el pan que del cielo bajó,
y renazca en nosotros la vida
con la fe, la esperanza, el amor.
Padre nuestro rezado
Oración LGTBH
Señor, Jesucristo, imploramos tu protección e intercesión ante el Padre, por toda la comunidad LGTB, por todos aquellos hermanos nuestros que no se aceptan a sí mismos, que se sienten solos y sufren en la soledad, que son perseguidos por su orientación afectiva y sexual y que no son comprendidos ni aceptados en su entorno más cercano.
Te damos gracias y te pedimos también por CRISMHOM. Para que juntos construyamos tu Reino y seamos luz y faro en nuestra comunidad LGTB de Madrid. Amén.