2014-01-30 Común Unidad

Entrada: Cristo nos ha dejado claro quién hacia comunidad. La formamos junto aquella persona que veo, me relaciono, me comunico, comparto, etc., desde que abro los ojos al nuevo día hasta que lo vuelvo a cerrar por las noches. Él o la que se despierta a mi lado, él o la que está en la otra habitación, él o la que encuentro en las escaleras de mi edificio, en el metro, el bus, el tren, el trabajo, en las actividades que realizo, donde hago la comida al mediodía, a quién veo en la calle por la tarde, con quien tengo sexo por la noche antes de dormir.  Cristo nos ha dado a esas personas como hermana/os en su predicación y, en su sacrificio redentor en la cruz, nos dio la común unidad en Él mismo. Hacia ellas/ellos nos envió a dar testimonio de nuestro crecimiento en los valores que definen al cristiano/a. Ellas/ellos son nuestro campo de prácticas donde expresar nuestros valores espirituales de amor.  En la primera carta de Juan nos dice (1 Jn 4,20): 20 “Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto.”  Cuando esas personas se juntan específicamente por Cristo, acontece el milagro de la comunidad cristiana: 20 Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Mateo 18. 20. Y para que el milagro de la palabra de Cristo se encarne, solo se necesita nuestra presencia y con una sola persona más… se formó el trió. Ya Jesús nuestro AMADO mayor, está presente. Hoy, ahora, en este momento, ese milagro se está realizando en nuestras vidas.  Yo estoy con vosotros reunido en su nombre dirigiendo esta oración cristiana, y tú estás reflexionando y orando con el resto de nosotros, también, en su nombre.  Jesús, el Cristo, está en medio de nosotros. Esa es nuestra Fe. 
 
Canto de entrada: Bendigamos al Señor
 Bendigamos al Señor,
Dios de toda la creación,
por habernos regalado su amor.
Su bondad y su perdón
y su gran fidelidad
por los siglos de los siglos durarán.
El espíritu de Dios hoy está sobre mí
Y es quien me ha ungido para proclamar
La buena nueva a los más pobres,
La gracia de su redención. (2)
Enviados con poder
y en el nombre de Jesús,
a sanar a los enfermos del dolor,
a los ciegos dar visión,
a los pobres la verdad
y a los presos y oprimidos libertad. Con la fuerza de su amor
y de la resurrección
anunciamos llega ya la redención,
que ni el miedo ni el temor,
ni la duda o la opresión
borrarán la paz de nuestro corazón.
 
No olvidemos el detalle importante y sustancial para que nuestro Jesús este en medio de no-sotros/as: Tú tienes que estar presente aquí en cuerpo y espíritu: para vernos, para relacionarte, para comunicarte, para compartir con tus hermanos. Para CREAR una común unidad.    
Y ese “estar presente” se llama COMPROMISO (seamos conscientes o no de ello). 
POR Cristo te has comprometido a venir a orar y reflexionar CON  Cristo en la presencia de otras/ otros hermanos cristianos y, EN Cristo, estas teniendo la oportunidad de crear la común unidad. 
Veréis que digo que este momento es la oportunidad. 
Porque YA ES, el estar juntos en Cristo, una común unidad pero TODAVIA NO ES un trabajo realizado. No lo es hasta que no nos veamos tal cual somos, hasta que no nos relacionemos, hasta que no nos comuniquemos, hasta que no compartamos un valor cristiano, o varios, con el hermano. YA ES una realidad en la posibilidad, pero TODAVIA NO ES, hay que currársela. Y cuando me curro el desarrollar un valor espiritual venido de Cristo por dentro, se llama cristianismo. Y cuando expreso ese valor cristiano hacia fuera, se llama SERVICIO.
No se crea una común unidad si no ponemos esos valores cristianos FUERA de nosotros, si no lo DAMOS  a ese campo de prácticas del cristianismo que es el hermano, si no SERVIMOS al hermano.
 
1ª.Lectura        1 Corintios 1: 4 Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; 5 porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; 6 así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, 7 de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. 9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. 10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer. 13 ¿Acaso está dividido Cristo???.
Canto:   Ubi caritas et amor Deus ibi est.
 
   2ª Lectura: Mateo 20. 25- 28: 25 Entonces Jesús los llamó y les dijo: «Como ustedes saben, los gobernantes de las naciones las dominan, y los poderosos les imponen su autoridad. 26 Pero entre ustedes no debe ser así. Más bien, aquel de ustedes que quiera hacerse grande será su servidor; 27 y aquel de ustedes que quiera ser el primero, será su esclavo. 28 Imiten al Hijo del Hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.»
 
Meditación y silencio    10´                  
 
En la común unidad encontramos también la encarnación de otra palabra de Jesús, el Cristo.
8 “Y otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, que subió y creció: y llevó uno á treinta, y otro á sesenta, y otro á ciento”. Marcos 4. 8
A veces nos perdemos en esperar, o ver fuera, CUAL porcentaje está DANDO nuestro hermano/a. Eso es una pérdida de las semillas de amor que Dios deposita en nosotros. Esas semillas se pudren porque no reciben el abono que necesitan, porque estamos mirando fuera. Nuestro verdadero curro es mirar dentro, cultivar las semillas con el abono de la transformación, desarrollar nuestro propio porcentaje y coger su fruto y darle de comer  a nuestro hermano hambriento de ese valor cristiano.  A la vez, si nuestro hermano hace su verdadero curro, me dará de comer a mí de su fruto.  29” y ellos comieron y quedaron saciados,
pues Dios satisfizo su apetito”. “Salmo 78. 29”
 
Peticiones y acciones de gracias         Padre nuestro     
 
Canto: Pescador de hombres
 Tú has venido a la orilla,
No has buscado ni a sabios ni a ricos.
Tan sólo quieres que yo te siga.
 Señor, me has mirado a los ojos,
Sonriendo has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca:
Junto a Ti buscaré otro mar.
Tú sabes bien lo que tengo,
en mi barca no hay oro ni espada,
Tan sólo redes y mi trabajo.
 Tú necesitas mis manos,
mi cansancio que a otros descanse,
Amor que quiera seguir amando.
 Tú, pescador de otros mares,
Ansia eterna de almas que esperan.
Amigo bueno que así te llaman.
 
Desarrollando los valores cristianos crearemos la común unidad y  con el compromiso de estar aquí, con el servicio de DAR esos valores, estaremos construyendo comunidad, estaremos construyendo Crismhom. ASI SEA.
 
Oración LGTBH  Señor, Jesucristo, imploramos tu protección e intercesión ante el Padre, por toda la comunidad LGTB, por todos aquellos hermanos nuestros que no se aceptan a sí mismos, que se sienten solos y sufren en la soledad, que son perseguidos por su orientación afectiva y sexual y que no son comprendidos ni aceptados en su entorno más cercano. Te damos gracias y te pedimos también por CRISMHOM. Para que juntos construyamos tu Reino y seamos luz y faro en nuestra comunidad LGTB de Madrid. Amén.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad