2011-10-08: El banquete de bodas

CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

CRISMHOM, 8 DE OCTUBRE DE 2011

Introducción

Todas las culturas religiosas han dado a la comida un sentido comunitario,

entre sus miembros o con la divinidad. En la Biblia el banquete es un gesto de

capital importancia. La comida humana significa fiesta, hospitalidad, amistad,

paz sagrada. El banquete alcanza su mayor expresividad cuando viene Cristo.

Se le invita a la mesa de Lázaro,a las bodas de Caná, a casa de Sim6n, come

con publicanos, aprueba la hospitalidad, recomienda el último puesto en el

banquete y da de comer a la multitud. Al resucitar se hace reconocer con un

banquete, la comunidad cristiana revive al resucitado en la fracción del pan,

en la alegría y comunión fraterna.

Interesa por tanto comprender y profundizar el significado de la parábola de

los convidados a la boda del hijo del rey, que vamos a leer y disfrutar hoy.

Dejémonos por tanto deducir por la invitación al banquete de nuestro Señor.

Un banquete abierto a todos y todas, independiente de nuestra historia

personal, nuestra vida, nuestros gustos, orientación sexual, origen, raza, ideas o

aspecto físico. Solo se nos pide que aceptemos la invitación y que vayamos

vestidos (o revestidos) con el amor y la luz interior que se ajustan a este

especial convite.

Canción

No sé como alabarte, ni qué decir, Señor.

Confío en tu mirada, que me abre el corazón.

Toma mi pobre vida, que sencilla ante ti,

quiere ser alabanza por lo que haces en mí.

GLORIA, GLORIA A DIOS (4)

Siento en mí tu presencia, soy como Tú

me ves; bajas a mi miseria, me llenas de tu paz.

Indigno de tus dones, más por tu

gran amor, tu Espíritu me llena;

gracias te doy, Señor.

Revisión de nuestras faltas

Como es normal en cualquier invitación, para el banquete del Señor es

importante tanto la asistencia como la indumentaria interior que llevemos.

Hagamos una reflexión personal de aquellos detalles de nuestra vida que

queramos mejorar. Compartamos si queremos con la Comunidad aquello de lo

que queramos pedir el perdón del Maestro.

Lectura del libro de Isaías 25, 6-10a

El Señor de los ejércitos

ofrecerá a todos los pueblos sobre esta montaña

un banquete de manjares suculentos,

un banquete de vinos añejados.

Él arrancará sobre esta montaña

el velo que cubre a todos los pueblos,

el paño tendido sobre todas las naciones.

Destruirá la muerte para siempre;

el Señor enjugará las lágrimas

de todos los rostros,

y borrará sobre toda la tierra

el oprobio de su pueblo,

porque lo ha dicho Él, el Señor.

Y se dirá en aquel día:

«Ahí está nuestro Dios,

de quien esperábamos la salvación:

es el Señor, en quien nosotros esperábamos;

¡alegrémonos y regocijémonos de su salvación!»

Porque la mano del Señor se posará sobre esta montaña.

Palabra de Dios

Salmo (a dos coros)

El Señor es mi pastor,

nada me puede faltar.

Él me hace descansar en verdes praderas,

me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas.

Me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre.

Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal,

porque Tú estas conmIgo:

tu vara y tu bastón me infunden confianza. R.

Tú preparas ante mí una mesa,

frente a mis enemigos;

unges con óleo mi cabeza

y mi copa rebosa. R.

Tu bondad y tu gracia me acompañan

a lo largo de mi vida;

y habitaré en la Casa del Señor,

por muy largo tiempo.

Amen

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos 4,

12-14. 19-20

Hermanos:

Yo sé vivir tanto en las privaciones como en la abundancia; estoy hecho

absolutamente a todo, a la saciedad como al hambre, a tener de sobra como

a no tener nada. Yo lo puedo todo en Aquél que me conforta.

Sin embargo, ustedes hicieron bien en interesarse por mis necesidades.

Dios colmará con magnificencia todas las necesidades de ustedes, conforme a

su riqueza, en Cristo Jesús.

A Dios, nuestro Padre, sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Palabra de Dios

Aleluya

Evangelio de Mateo 22, 1-14.

En aquel tiempo, volvió a hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a

los senadores del pueblo, diciendo: El Reino de los cielos se parece a un rey que

celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los

convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados encargándoles que

les dijeran: «Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses

cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda».

Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus

negocios, los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta

matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos

asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: «La boda

está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de

los caminos y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda». Los criados

salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos.

La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a

los comensales reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: «Amigo,

¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?». El otro no abrió la boca.

Entonces el rey dijo a los camareros: «Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera,

a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. Porque muchos son los

llamados y pocos los escogidos».

Palabra de Dios

REFLEXIÓN PERSONAL EN SILENCIO

COMPARTIR REFLEXIÓN PERSONAL

El “banquete de bodas” es llamada a participar en el gozo del Reino de Dios.

Los llamados son muchos, son todos. Es voluntad de Dios que la entera

comunidad humana entre en su Alianza. Pero va a ser la respuesta libre de

cada hombre la que determine el número real de los “escogidos”. Dios sigue

llamando a su banquete a todos los hombres y mujeres del mundo. Todos

somos convocados. Especialmente a los excluidos de la sociedad. Dios nos invita

en serio, pues es nuestro Padre y quiere ver la sala del banquete llena y alegre.

Como Dios es Padre y Madre a la vez, tiene los sentimientos que tienen los

padres y las madres, pero en grado infinito y perfecto. ¿Cómo respondemos a

esta llamada?

Paz

En las bodas se ofrecen regalos. Que mejor regalo en la reunión de la

celebración de esta Comunidad de Crismhom que ofrecernos los unos a los

otros la Paz de Dios.

Padre Nuestro

Acción de gracias y peticiones de la comunidad

Libremente.

Bendición

Canción final

El amor es la palabra limpia que hace vivir.

Es el fruto de la tierra buena y es sufrir.

Es decirle al hermano pobre: solo no estás…

No dejes que pase tu tiempo sin más.

EL AMOR ES NUESTRO CANTO A LA VIDA QUE SE DA.

Y QUE ESPERA UN AMANECER EN LA VERDAD (BIS)

El amor es el regalo eterno que nos da Dios.

Es tener el corazón abierto y es perdón.

Es la fe y la esperanza cierta del más allá.

No dejes que pase tu tiempo sin más.

El amor es un camino largo y sin final.

Es la luz que inunda sombras en la oscuridad.

Es la vida que nos brinda un tiempo de oportunidad.

No dejes que pase tu tiempo sin más.

Señor, bendice a esta comunidad y a todos quienes la integra, para que así entremos en tu

banquete con el corazón alegre y espíritu firme. Por Jesucristo nuestro Señor


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