Llevo años buscando un dracma perdido en mi casa. Barro la casa y enciendo un candil. Busco pero no encuentro, hay muchos trastos. Hay habitaciones en las casi no se puede ni entrar. Contemplo a veces el momento en que convoco a mis amigos y vecinos para decirles: ¡¡felicitadme!!, ¡¡felicitadme mucho!! Porque después de tanto buscar, lo he encontrado.