Cuando Jesús se apareció a los apóstoles les dijo: ¿Por qué permitís aflorar semejantes dudas en vuestros corazones? Mirad mis manos y mis pies. Soy yo mismo. Cogedme, agarradme: ningún espíritu tiene carne y hueso, como vosotros mismos veis en mí.
Warum lasst ihr in eurem Herzen solche Zweifel aufkommen?
Seht meine Hände und meine Füße an: Ich bin es selbst. Fasst mich doch an, und begreift: Kein Geist hat Fleisch und Knochen, wie ihr es bei mir seht.