Hoy, en la solemnidad de todos los santos, recordamos y hacemos presente a todos los que nos han dejado, a los que mantenemos en el vivo recuerdo de nuestra memoria. Porque siguen formando parte de nuestro corazón y nos seguimos queriendo, porque siguen presentes en nuestra vida. Les damos gracias por haber compartido su vida y porque desde la llama vida de su amor siguen cuidando de nosotros. Por todos los que desde el silencio y la cotidianeidad velan gratuitamente por nuestro bienestar, por los que nos incordian porque nos quieren. Por nosotros mismos que anónimamente también velamos y cuidamos de los que lo necesitan. Hoy, día de los que cuidan y se dejan cuidar, de los que dejan fluir el amor por sus vidas presentes pasadas y futuras.