Contemplando la omnipotencia de Dios que no quiere llevar a cabo el proyecto de redención del mundo solo. Quiere necesitar y depender de la ayuda de una chiquilla, María, y la mía (un alguien insignificante) para llevarlo a cabo. Contemplando cómo tanto María como yo mismo, somos piezas clave para el proyecto de redención de Dios. Contemplando la humanidad de Cristo, el deseo expreso de ser uno de tantos, carne de nuestra carne, limitado y pequeño.