Cuaresma es camino de meditación, revisión, austeridad. Tiempo de desierto, de cambio, de planteamientos radicales, de expresión de arrepentimiento. Cuaresma es camino de dejar al corazón afectarse por la miseria propia y ajena, tiempo de misericordia. Camino exigente para aspirar a más. Ya no basta con ser bueno, como el joven rico, sino que se nos pide un paso más.