Sin palabras, no sé qué decir, no hay nada que decir. Sin palabras para rezar, sin palabras para conversar. Sin palabras. Silencio sin palabras. Ausencia de palabras en silencio. Elocuencia sin palabras. Silencio elocuente. Hoy, Señor, acompañándote en el huerto de los olivos, me he quedado sin palabras con las que rezar.