(CREADOS A IMAGEN DE DIOS PARA TRANSFORMAR EL MUNDO)
Nuestra comunidad se está tomando muy en serio la movilidad, ya no solo porque tengamos nuestras actividades en diversos puntos, lo cual hace más enriquecedora nuestra presencia, sino porque emprendemos una nueva etapa en la forma de vivir los retiros. Parte de ellos los tendremos en Madrid y otra parte reforzando lazos con quienes nos quieren y nos aprecian, además de ayudarnos a crecer con el ejercicio de su ministerio sacerdotal, vida consagrada o labor pastoral.
El primer paso en esta experiencia de salir de Madrid ha sido con nuestro querido hermano Juan Gomendio, siendo acogidos en la Parroquia de la Sagrada Familia de Ávila, cuyas hogareñas instalaciones nos han hecho sentir como en casa.
El precalentamiento lo vivimos compartiendo tren o coche para llegar a Ávila. Siendo las once de la mañana ya nos encontramos todos dispuestos comenzar el retiro. Puntualmente a las once acabamos de disponer el espacio que nos ofrece Juan, donde tendremos la oración de acogida, las charlas-orientaciones y el compartir que cerrará el día.
Tras la oración de acogida y la presentación, tiene lugar ya el momento de charla y orientación de lo que será el retiro de hoy bajo el lema CREADOS A IMAGEN DE DIOS PARA TRANSFORMAR EL MUNDO, con tres tiempos de meditación: Creados a su imagen; Cuaresma, tiempo de ver por dónde voy; Creados imagen de Dios para transformar el mundo.
Posteriormente cada uno eligió dónde orar: en la misma sala, en los jardines del parque o en la capilla.
A las 14:00 nos juntamos para comer, aprovechando para ponernos al día de nuestra vidas y quehaceres. Además de las correspondientes risas.
Tras un café y un pequeño paseo turístico para pedirle a Santa Teresa de Ávila que nos contagie su mística, retomamos el tiempo de la tarde. Primeramente un rato de retomar el espíritu del retiro de hoy de la mano de Juan Gomendio, para después cada uno en su oración personal «mirarse, observarse, revisar, resetear, …»
A las 17:30 llega el momento de compartir lo experimentado, orado, meditado y vivido en el día de hoy. Nos quedamos con simbologías como la cerradura y la llave; hemos rumiado términos como «co-creador»; cogiendo a la propia Santa Teresa, «vuestra soy, para vos nací, qué queréis hacer de mí» somos capaces de dar gracias a Dios por hacernos cómo nos ha hecho y porque formamos parte de sus planes; compartimos introspecciones de conocernos más, conocernos en comunidad, la vocación de servicio, resetear, acercarnos a «casa», etc.
Y, como no puede ser de otra manera, cerramos el día DANDO GRACIAS a través de la Eucaristía.
Después de este momento culmen, tiene lugar la novedad que comenzamos con esta experiencia, que es convivir, por lo que esta noche compartiremos cena, paseo y al día siguiente turistear por Ávila. Así pues, ¡qué mejor que compartir oración y risas!.
Damos las gracias desde el ÁREA DE LITURGIA por haber permitido entre todos hacer de estos dos días un momento muy especial de oración y de convivencia. Compartimos con el resto de la comunidad lo que algunos han vivido.
«Somos seres humanos maravillosos porque Dios nos ha creado así. Somos seres sensibles, porque tenemos el privilegio de comprender al otro hermano» (Guillermo)
«Una oportunidad excelente para crecer espiritualmente de la mano de la comunidad» (Raúl)
«Este retiro es una herramienta que se nos regala y nos ayuda a ser imagen de Dios, al permitirnos conectar y conocer de verdad al otro, y de esa forma poder ser bienaventurados: dejar de mirar al otro con prejuicios; ser más misericordiosos haciendo que tu corazón lata a su mismo ritmo; ser más justos, conociendo lo que necesita.» (Javier)
«El retiro de Cuaresma de Ávila ha sido fantástico en tres facetas. La primera, por el sacerdote, Juan, por su detallado conocimiento LGTBIQ+, su proximidad y comprensión. En segundo lugar, por la comunidad de Crismhom, por ofrecer un entorno seguro en el que cada cual expuso abiertamente sus opiniones; por todos los asistentes con los que nos hemos sentido en comunidad y en familia. Y, en tercer lugar, la experiencia personal de diálogo con Dios, y sentirme querido por Él como parte de su obra perfecta» (Luis)