Al mismo tiempo que te puedes sentir física y mentalmente fuerte, sentirás una corriente submarina de angustia. Duermes bien, trabajas bien, pero hay algunos momentos de vigilia en los cuales no sientes ese dolor palpitante en tu corazón que hace que todo parezca estar en el aire. Sabes que estas progresando, pero no puedes entender por que esta angustia sigue invadiendo en todo lo que piensas, dices o haces. Hay aun un dolor profundo e irresuelto, pero no te lo puedes quitar de encima. Existe mucho más allá de tu alcance.
Ten paciencia y fe. Tienes que avanzar gradualmente mas adentro de tu corazón. Hay un sitio mucho mas adentro que es como un río turbulento, y ese lugar te da miedo. Pero no temas. Un día será tranquilo y pacifico.
Debes seguir avanzando, tal como lo estas haciendo. Vive una vida fiel y disciplinada, una vida que te de una sensación de fuerza interior, una vida en la que puedas recibir mas y mas del amor que te llegue. Dondequiera que haya autentico amor para ti, tómalo y fortalécete con el. A medida que tu cuerpo, tu corazón y tu mente tengan conocimiento de que eres amado, tu parte más débil se sentirá atraída hacia ese amor. Lo que ha quedado separado e inalcanzable se dejara llevar hacia el amor que pudiste recibir. Un día descubrirás que tu angustia se ha ido. Te dejara porque tu parte mas débil se dejo abrazar por tu amor.
Todavía no estas allí, pero avanzas rápidamente. Habrá un poco mas de lucha y dolor. Tienes que animarte a pasar por eso. Sigue caminando hacia adelante. Reconoce tu angustia, pero no dejes que te aleje de ti mismo. Aférrate al rumbo que elegiste, a tu disciplina, a tu oración, a tu trabajo, a tus guías, y confía en que un día el amor habrá conquistado lo suficiente de ti como para que hasta la parte más temerosa permita al amor expulsar todo temor.
(Herni J. M. nouewen, La voz interior del amor)