¿Quién conoce el designio de Dios? ¿Quién comprende lo que Dios quiere? Nuestros pensamientos son mezquinos y nuestros razonamientos falibles, porque el cuerpo mortal es lastre del alma y la tienda terrestre abruma la mente que medita […] ¿Quién conocerá tu designio, si Tú no le das sabiduría, enviando tu Espíritu desde el cielo? Aprendimos lo que te agrada y tu sabiduría nos salvó.