Ya sabemos que en este planeta somos muchos.
Y como se acostumbra a decir: Cada persona es un mundo.
En realidad no solo somos un mundo sino también nuestras circunstancias.
¿Nos hemos puesto a pensar estas dos cosas?.
Veo que cada día hay más cinismo, ironía o sarcasmo en nuestras relaciones. Lo veo en diferentes generaciones. Y yo, el primero, tuve que madurar en estas cosas.
Obviamente esto no afecta cuando no entra en nuestro registro de relaciones.
Pero cuando ingresa, pues se nota mogollón.
A nivel personal ya no me produce IRA, sino dolor y en esta sociedad que vivimos, tan cambiante en los últimos 30 años, se evidencia cada día más la falta de Información, Educación y Formación que estamos recibiendo.
Es verdad que la vida misma se regula y a veces hay que esperar el tiempo de maduración de aquellos que nos rodean. Pero ¿A qué estamos esperando para madurar en RESPETO?
¿A qué estamos esperando para respetar al que no piensa, siente, vive o respira igual que nosotrxs?
Recordemos que RESPETAR no es estar de acuerdo con la otra persona sino RECORDAR que somos muchos en este planeta y que cada persona es un mundo y sus circunstancias.