Desde la Comunidad de Cristianas y Cristianos de Madrid Homosexuales LGTBI+H CRISMHOM recibimos con consternación las palabras lanzadas esta semana por Roberto Esteban Duque, sacerdote y profesor en la Universidad Francisco de Vitoria. En dicho artículo se vuelve a poner en la palestra al colectivo LGTBI y se le tacha como uno de los responsable de la situación actual por la que pasa la Iglesia Católica.
Dicho artículo asevera que «sólo significa la deriva ideológica de reforzar los postulados de la comunidad LGTB, alejada de la castidad y proclive a la promiscuidad.» Dichas palabras únicamente manifiestan un claro prejuicio hacia nuestra realidad y no hacen más que aumentar el odio y discriminación hacia gays, lesbianas, bisexuales, personas trans e intersexuales.
Las reivindicaciones del colectivo LGTBI siempre han ido encaminadas a igualar derechos En concreto, dentro de la Iglesia Católica, las personas LGTBI cristianas abogamos para que se lleve a cabo la buena noticia del Evangelio. En él se muestra al Jesús que habla del Amor incondicional a todos los seres humanos sin ninguna distinción. El Diosada de Jesús es un Dios amoroso que incluye y no discrimina, que ama y no emite ningún juicio negativo acerca de ninguna realidad. Un Dios cercano que se hizo hombre para salvar a toda la humanidad y abrazarla en su seno. Sugerir que la población LGTBI es «promiscua» por naturaleza transmite la idea de un Dios que selecciona y predestina a muchas personas a la condena eterna. Esto es totalmente contrario al Dios que vivimos.
Tenemos que agradecer al Padre James Martin el esfuerzo y el cariño que ha mostrado al colectivo LGTBI y por su lucha por hacer realidad una Iglesia plenamente inclusiva. En nuestra activismo y compromiso como lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexuales nos motiva el objetivo de construir una Iglesia en donde la diversidad sea riqueza. Dios nos creó y resucitó para salvarnos. La idea de un Dios que nos creó «de segunda» e inclinados a la perdición es totalmente incompatible con la realidad amorosa que como cristianas y cristianos LGTBI vivimos cada día.
Somos conscientes de la tesitura en la que se encuentre el Papa. Le pedimos a Francisco que siga luchando por la Iglesia que quería Jesús y en la que cabemos todas y todos. Le pedimos valentía para abrir las puertas a la plena inclusión de la mujer en los ministerios y la acogida a las personas LGTBI y divorciadas. Que abra de par en par las puertas a las familias, sean como sean, puesto que donde hay amor siempre hay una familia.
Pedimos a don Roberto Esteban que rectifique sus palabras y sea consciente del daño que provoca en muchas personas LGTBI que amamos a Dios y le vivimos amoroso. Le pedimos también que sea consciente de la responsabilidad que tiene como sacerdote y como pastor del Pueblo de Dios, pues sus palabras puede transmitir una idea equivocada de la vivencia del Evangelio y desfigurar el Amor de Dios.